𝑩𝑹𝑶𝑲𝑬𝑵 ━━ 𝐾𝑎𝑎𝑛 𝐴𝑡𝑎𝑘𝑢𝑙.

36┃𝙃𝘼𝙍𝙄𝙆𝘼'𝙎 𝘾𝙊𝙉𝙁𝙀𝙎𝙎𝙄𝙊𝙉.

❁˚ও

—Ay, no saben lo que ha estado sucediendo acá, cada día es peor, solo suceden desgracias ya no sé qué hacer, ojalá que estuvieran aquí para cuidarnos. 

—Escucha mientras yo esté aquí, nada malo sucederá, ¿está bien? —dice abrazándome, le devolví el abrazo con fuerza mientras siento un par de lágrimas caer. 

—Cada día recuerdo cuando me dijiste eso Kadir, ahora que ya no estas cada día sucede algo malo, y cada día te extraño más. Realmente pensábamos que esa señora era una buena persona y que al fin había llegado alguien bueno en nuestras vidas, qué equivocados estábamos. No se que sucedió con mi tía, no sé qué tenía en la cabeza para hacer eso pero una parte de mi la entiende, pero eso no significa que la perdonaré por lo que hizo, ¿que hubiera pasado si Emel hubiera salido herida? Me hubiera muerto, no habría seguido. A veces solo quiero estar con ustedes ahí arriba y no tener que preocuparme de nada más, pero luego miro a Emel, Asiye y Ömer, y ese sentimiento sé me va, jamás podría dejarlos solos, no me lo perdonaría— exclamé mirando el cielo con la voz entrecortada, sintiendo mis lágrimas caer, me abracé a mi misma por el frío que hacía. 

Escuché la puerta de casa abrirse, miré hacia esa dirección encontrándome a Ömer que me miraba con una pequeña sonrisa. 

—¿Te puedo acompañar? ¿No interrumpo, cierto? —me pregunta mientras se sienta a mi lado y pone una manta en mis hombros. 

—Si, claro que me puedes acompañar, hermano. Y no, ya terminé de decir lo que tenía que decir— le respondí con una pequeña sonrisa mirando el cielo dónde caían pequeños copos de nieve, sentí a Ömer limpiar mi mejilla. 

—Yo también los extraño, ¿sabes? —me murmura abrazándome.

—Lo sé, esto cada vez es más difícil— le digo suspirando. 

—Pero estamos los cuatro juntos en esto, ¿no? —exclama haciendo que lo miré. 

—Así es, estamos juntos en esto— afirmé agarrando su mano y apretandola-¿Asiye y Emel están dentro, no? —le pregunté mirando el cielo. 

—Si, están dentro, creo que estaban medias dormidas— responde haciendo que suelte una pequeña sonrisa. 

—Deben de estar agotadas, las entiendo— digo suspirando, él también lo hace y luego nos quedamos en silencio viendo el cielo. 

Sentimos a alguien llegar y vemos a Ogulcan caminar hacia nosotros, lo miramos confundidos. 

—¿Qué haces despierto a esta hora? ¿Te estás portando mal? —le pregunta Ömer, mientras que Ogulcan se sentaba al medio de los dos. 

—¿Qué? No— responde mientras nosotros lo mirábamos— Les diré pero no se enojen. 

—¿Qué hiciste ahora, Ogulcan? —le pregunté con el ceño fruncido.