» Capitulo 8.

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Golpe. Golpe.

Book se movió a un lado, el sonido de los utensilios que chocaban en la cocina junto con el silbido del aire de los conductos de calefacción y el obstinado pájaro carpintero golpeándose contra un árbol lo entorpecían.

Una cinta de luz solar penetró la ventana para calentar su rostro, haciéndole saber que era temprano en la mañana, pero mantuvo los párpados cerrados. La calidez se sentía agradable en su piel, pero el nudo en su estómago le recordó que no había estado soñando.

Había esperado que todo hubiera sido una extraña pesadilla: Force era un producto de sus deseos. Él no estaba embarazado. Él estaba enfermo. Él no estaba secuestrado por una persona loca.

Golpe. Golpe.

Frunciendo el ceño, recordó haberse sentado en el sofá y hablar con Force mientras el hombre trataba de justificar sus delirios y su locura.

Rodándose, se obligó a abrir los ojos y parpadeó al techo blanco. Su cuerpo se sentía pesado, dolorido y su estómago retumbaba.

Book estiró la cabeza e hizo una mueca ante el brillo del sol naciente. ¿Era ya de mañana?

Mierda, ¿había dormido toda la tarde y toda la noche?

Su puerta se abrió de repente y Book se puso rígido cuando Force entró con un vaso de té y un plato de comida no identificable. Sus labios se levantaron en una suave sonrisa.

-Estás despierto. Bueno. Tienes que comer -Al observar al hombre mientras dejaba el vaso y el plato sobre la mesita de noche, Book se dió cuenta de que definitivamente era un rehén.

-¿Qué pasó?

-Te desmayaste y te lleve a la cama -Erigió su espina dorsal, su fantástico cuerpo empujando contra la apretada tela de su camisa.

En las fantasías de Book, Force estaba aquí por una razón completamente diferente.

-El té te ha devuelto un poco de color, pero necesitas mantenerte hidratado -Jiratchapong hizo un movimiento para tocar la mejilla de Book y él se apartó.

La expresión más desgarradora cruzó la cara del hombre y Book se retractó de sus acciones.

Miró hacia otro lado y Book frunció el ceño cuando el cuello de su camisa se movió, revelando cicatrices descoloridas a lo largo de su garganta. ¿Cómo sucedió eso? Tal vez, ¿era algún tipo con una crisis mental?

Force podría estar loco, pero Book no creía que fuera una mala persona. Estaba enfermo y necesitaba ayuda.

Desafortunadamente, las personas enfermas podrían ser peligrosas y Book lo recordaría bien.

-Por favor come -dijo Force, su expresión se volvió dura como si no estuviera de humor para lidiar con la resistencia del castaño.

Book se sentó sobre su almohada y colocó el plato en su regazo. Dirigió su mirada por toda la comida, más bizcocho dulce; huevos revueltos; una variedad de nueces y frutas; una especie de hierba. Curiosamente, se veía delicioso.

-Come lo que puedas, pero termina el té -dijo el hombre -La infusión contiene bruja-avellana, que te ayudará con tus náuseas.

-Claro, ¿por qué no? No me convertirá en una rana, ¿verdad? -Dijo, muy poco divertido en su tono de voz.

El hombre parpadeó por un momento y luego se frotó la parte posterior del cuello.

-No funciona en nosotros, pero se sabe que se usa en pociones de amor -Book se congeló, su mandíbula se abrió.

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