Capítulo 11

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La tarde había caído, era fin de semana y sus últimas reuniones habían sido canceladas de milagro, después de cerciorarse de que no tenía más trabajo por hoy, se despidió de JiMin y le dijo que en caso de tener mucho trabajo podía llevárselo a casa.

El menor por supuesto aceptó y con eso ambos se despidieron.

Ahora se paseaba por uno de los pasillos de la casa para poder llegar a su habitación, el ruido proviniendo de la sala de estar llamó su atención, deteniendo su paso cuando observó una pequeña reunión familiar en el medio de esta.

—Vaya, ¿Acaso no fui invitado a esta fiesta? — preguntó burlón, recargandose sobre el marco de la puerta.

Sobre uno de los sillones estaba sentado Mingi, quien rodó los ojos cuando lo escuchó llegar, su padre estaba de pie mientras que su madre estaba sentada sobre otro de los sillones.

—No es ninguna fiesta — el hombre mayor dijo —. De hecho, esto no tiene nada que ver contigo, pero ya que estas aquí, supongo que puedes unirte y así te decimos lo que estamos guardando para ti.

—¿Puedo rechazar la invitación?

—No.

YoonGi bufó.

—Eso te pasa por andar de chismoso. — se burló la mujer y YoonGi hizo un suave puchero.

—Cómo sea — prosiguió el mayor —. Estamos hablando con Mingi acerca de su puesto como parte de la empresa familiar.

Oh...

Esto le interesaba.

—¿En serio? — preguntó, una sonrisa llena de burla se dibujó en sus labios, ocasionando que su hermano frunciera el ceño molesto.

—En serio — el hombre mayor pareció ver a través de sus intenciones —. Queremos que se haga responsable de una parte de la empresa, serán socios, por supuesto, ambos tendrán sus respectivas partes de la empresa. Él tendrá que tomarse esto en serio, aplicarse y dejar de ser un holgazán.

—¿Y yo que haré?

—Casarte.

Eso pareció impresionar a los dos hermanos en aquella sala.

—De ninguna manera — YoonGi rió — ¿Hablas en serio?

Su padre asintió.

—Muy en serio — afirmó, su rostro no demostraba nada más que seriedad —. Pronto cumpliras los 39 años, estas por entrar a los 40 y no veo ni un poco cerca la posibilidad de ver a mi hijo casado.

—Papá, con todo respeto, ¿Qué caso tendría que yo me casara si después de todo no puedo tener hijos con mi pareja? ¿Olvidas que soy gay?

—Nada nuevo, te recuerdo que Mingi también es gay.

No, Mingi es un idiota.

—Da igual — suspiró — ¿Para qué quieres que me case?

—Porque es necesario, se te está yendo el tiempo de las manos y quiero ver a mi hijo casándose con alguien — dijo —. Además, independientemente de la pareja que elijas, pueden adoptar.

—¿Es obligatorio?

—Sí. No está a discusión.

El pelinegro se cruzó de brazos.

—¿Y puedo saber las consecuencias en caso de que me niegue?

El hombre miró a su hijo directamente sin siquiera inmutarse. Aún no entiende por qué razón su hijo mayor salió exactamente igual a él.

JUDAS | YoonMin Where stories live. Discover now