Un refugio en llamas #1 (Proceso)

Capitulo 03

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Soy el capo de una organización, así que sangre derramaré, humanos derribaré y una reina salvaré.

Asher Waldron Ricci Rinaldi.

Ella no me conoce, aunque sí conoce la otra parte de mi, la parte en la que un capo vigilaba a esa hermosa chica día y noche, semanas y meses. Un año, un maldito año sin poder hacer un solo movimiento hacia ella. Pero esa noche, esa noche todo se salió de mis manos...

Yo se claramente quien es ella, una jodida reina, mi reina.

Le dije a Anastasia y a Aella que no me esperaran, que todo saldrá bien. Aunque la pequeña hermosura no entiende estas cosas, pues apenas comienza con su vida, a crecer y divertirse como lo debe hacer todo niño. Anastasia sabe muy bien en lo que estamos metidos, sabe del WB y de lo que estamos hecho. Es cierto que me ha rogado una y otra vez que le dé un cargo en la Logia, no obstante, me niego. Por el momento me seguiré negando a sus peticiones, porque hay una promesa que debo cumplir.

Proteger a mis hermanas, así mismo como mamá me lo pidió.

Es mejor dejar las cosas como van, no quiero que todo se salga de mi control, y he estado mucho tiempo con el fuego en mis propias manos.

Para crecer esta mafia, esta logia e imperio. 

No miento cuando digo que todo estará en mi control, porque juro que ella llegará a mis manos sana y salva. Mi Angelina llegará hoy a mi refugio, a lo que lidero y creo. Tengo claro que no tengo todo a mi margen, una situación se puede descontrolar y es algo que no permitiré.

No me despido de mi hermanas, porque sé que no es el último adiós, que volveré a ver a mis dos nenas, mis chicas que me mantuvieron en pie durante tanto tiempo. Mis hermanas lo son todo, como también él lo era... 

Adan Marchetti abre las puertas de metal y hierro que nos dan acceso al bunker del WB. Es polvo lo que vemos, son velas lo que nos rodean, es sangre lo que nos espera. Las capuchas que cada integrante llevamos se arrastran hasta que llegamos a nuestras posiciones. El fuego que está en el centro de todos nos calienta y nos pide una sola cosa, sangre.

Esto no es nuevo para mi, he guerreado antes, he formado guerras donde el Wyatt Blood arrasa con todo. Mi alma oscura me dice las cosas claras, esta guerra estará bajo mi control, esta guerra será otra victoria que nos va a pertenecer.

Adan Marchetti, el padrino de todos nosotros, el jodido Don, agarra su cuchillo afilado y traza una línea sobre la palma de su mano para abrir el ritual. No es nada grave, hemos tenido heridas fuertes que nos han intentado dejar en cama por algunos días. Balas que pueden abrir nuestra piel y no hay manera que nos hagan caer.

—Io sono il Don, sono l'erede di questa organizzazione —su voz alta hace eco a nuestro alrededor—. Caeré ante los míos, mataré y sangre derramaré por él Wyatt Blood. No moriré porque mi deber es vivir y derribar a los enemigos.

Extiende la mano para dejar que su sangre se derrame ante el fuego que está a nuestra vista, mismo que llena nuestra alma y pensamientos.

»Es por eso que permitiré que este ritual, Black Blood, atraviese mi alma y me brinde poder —El fuego reacciona ante la sangre.

Ladeo una sonrisa cuando es mi turno del ritual. Lo disfruto como una puta diversión, sin embargo, avanzo porque necesito tener a mi reina en mis manos.

Mi cuchillo afilado lo trazo por la palma de mi mano derecha para crear una herida donde la perfecta línea es acompañada por mi propia sangre. 

—Sono il capo, io sono Asher Ricci, leader dei Wyatt Blood —mi voz directa retumba por el puto bunker—. Estoy dispuesto a caer una y otra vez ante los míos, aniquilaré a mis putos enemigos y sangre derramare por el Wyatt Blood, por la jodida organización que lidero, porque soy un capo, el jefe que está dispuesto a ver el mundo arder. —Extiendo mi mano al fuego para derramar mi sangre—. Es por eso que permitiré que este ritual, Black Blood, atraviese mi alma y me brinde poder. Porque ese es mi deber.