𝚇𝚇𝙸𝚅. 𝚅𝚒𝚗𝚘 𝚢 𝚋𝚘𝚛𝚐𝚘ñ𝚊

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𝟏𝟎:𝟐𝟐𝐩𝐦.

𝐋𝐮𝐧𝐞𝐬, 𝐬𝐨𝐥𝐞𝐚𝐝𝐨.

Tienes que hacerlo con más soltura, abre tu boca, si no lo haces, no potenciarás esa voz. Desde arriba. — Damian llevaba ya 3 horas entrenando a Kath, Jaden e Ethan.

Ethan estaba siendo difícil, en especial porque cantaba de forma incorrecta, haciendo daño a su garganta. Jaden era lo contrario, todo un prodigio, entendió perfectamente y estaba practicando, con melodías de Bruno Mars y demás, por su propia cuenta.

My lover's got humor, She's the giggle at a funeral. Knows everybody's disapproval, I should've worshiped her sooner 🎶  — A sabiendas de que no cantaba mal, Jaden practicaba, esa canción específicamente, para mover las entrañas de la morena, que lo observaba con cara de pocos amigos, pero que debía admitir que ese idiota, tenía talento.

— Chicooooos... son las 10:30pm... vamos a dormiiiiir... — pidió Kael desde una esquina, con Allison dormida en sus piernas. 

Kath estaba en silencio, no la habían escuchado cantar ni un poco, lo cual era decepcionante para todos debido al potencial que consideran natural en ella. Aprovechando la situación, Jaden se acercó a ella, de forma respetuosa, y comenzó a buscar algo en su teléfono. Había un video, de una canción de Adele llamada "Oh my God", Jaden extendió su teléfono hacia ella, indicando que lo sostenga, obviamente, ella le estaba ignorando.

— Tsk... ¿Quieres ayudar a Damian o no? Intenta con esto, si no quieres que te oigan, ve al estudio, tonta. Pon un poco más de tu parte. — Kath le miró con total indignación, pero a pesar de que Jaden es un total imbécil, el imbécil tenía toda la razón.

La chica solo dio un vistazo al móvil, viendo la canción que Jaden sugería. Adele... vaya, al menos recordaba que a ella le gustaba esa música. Lo miró de reojo y se fue molesta al estudio, Kael no se perdió la interacción. 

Y hablando de Kael, ¿Cómo se estaba tomando todo esto? 

Bastante mal, comprendía a Kath a la perfección, y a Jaden... también. No quería ser condescendiente, aunque estaba del lado de la morena, pero fue amable y decidió darle a Jaden una oportunidad. 

Así que el pelinegro fue a sentarse a su lado, cabizbajo. Kael moría de sueño, gradualmente, se unió a la rubia en su descanso. Damian estaba muy ocupado con Ethan y su mala postura, así que... Jaden vio la oportunidad de ir a espiar, y la tomó. Todos los pasillos estaban a oscuras, del otro lado de la academia, se oían apenas los tambores de la orquesta. Jaden avanzó en silencio, despacio, llegando a uno de los dos estudios del lugar. Kath no estaba ahí, seguramente estaba en la tercera planta... Así que Jaden subió, movido por la curiosidad... y ahí estaba ella.

El tenue resplandor del estudio de grabación, iluminaba pobremente a Kath, donde ella danzaba al compás de las notas musicales que Jaden, no alcanzaba a escuchar. Se adentró en el estudio, a hurtadillas, activando el micrófono del estudio para poder escucharla.  Mientras ella se entregaba a la música con una intensidad palpable, su voz apuñalaba como un eco de emociones olvidadas en el corazón del hombre. Cada nota era como un hechizo que lo envolvía, desenterrando recuerdos enterrados bajo capas de indiferencia y frialdad... Se quedó atónito, con la boca entreabierta, ¿desde cuando ella sabía cantar? Aunque su relación había sido un juego de manipulaciones y engaños, en ese momento, la voz de aquella chica temerosa de cantar era la única verdad que podía sentir. Se sentó, sin siquiera apartar la vista, reconociendo en su canto una belleza que nunca había valorado antes.

Tu Última Ex.CusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora