Capítulo 5 - Un segundo antes de la acción

47 5 2
                                    

 - ¡Sonic! ¡Creí que ya estábamos fuera de nuestro contrato hace tiempo! 

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

 - ¡Sonic! ¡Creí que ya estábamos fuera de nuestro contrato hace tiempo! 

La figura fantasmagórica del ninja lo miraba, sin decir una palabra, desde lo lejos. Parecía un espanto nocturno que en cualquier momento se prepararía para atacar. Lo inexplicable y turbador de su presencia ya hacía el trabajo que sus ojos, de todos modos, se esmeraban en causar. Era incómodo verlo. La sensación se asemejaba a ver un mosquito gigante, parado muy cerca, sin mover una pata. 

Hasta que habló. 

 - Sí, yo también lo pensaba, Sr. Dinero. 

 - ¿Entonces? ¡No nos debemos nada, vete! 

 - Claro que lo hacemos. Nos debemos demasiado. No te escondas. 

 - ¿A qué te refieres? 

 - Me tienes harto. Me he dado cuenta que me contrataste por una razón asquerosa: No querías mojar tu lindo trasero de bebé. Por un momento llegué a pensar que era por orgullo, o para prestigiarse, pero ahora puedo ver que eres sólo un consentido que sin sus guardaespaldas no es nada. 

 - ¡Por favor, Sonic! ¿Qué significa esto?

 - Significa algo muy claro: Ustedes ricachones me dan gracia. No son nada sin tanto billete regado en sus casas, y resguardado en sus bancos. Se creen los dioses que dirigen a los tristes guardaespaldas como yo. 

 - ¡No, por favor! ¡Eres un gran empleado, no sé porq...!

El ninja lo chitó levantando el dedo. 

 - Siempre me has despreciado - dijo con este aún levantado, y mirando al suelo - No necesito tus halagos nunca más. De ahora en adelante no trabajaré para nadie. Pero antes de mi libertad...quisiera enseñarte por qué ustedes, imbéciles, son lo mismo que yo. 

Los ojos de Dinero estaban petrificados. Si era lo que estaba pensando, estaría perdido. 

 - ¡Sonic, mira, si alguna vez te traté mal...!

 - Todas las veces lo has hecho. Me has subestimado, y he escuchado todas tus malditas quejas que no fuiste capaz de darme en la cara. Eres un pobre insecto lleno de interés y complejo de Dios que me gustaría aplastar antes de irme. 

Los puños de su contrario se pusieron tensos. Estaba sudando. No había mayordomos allí, así que no podía llamar a nadie. Aunque él estaba en la ventana, su rapidez aseguraba que también estaba en la puerta, en la salida de emergencia y en el techo. En todas partes. Se estaba ahogando en su horror.

Siempre había sido un rey, pero a todo rey le llega su jaque mate. 

Cuando trató de dar un paso para escapar, con un poco de esperanza, sintió su garganta cortarse, y arder, mientras que veía la sangre ir cayendo a borbotones, como si adrede quisiera escapar de su fétido cuerpo, gritándole: "¡adiós, idiota!", y luego, verse resbalando por elo, hasta que, comienza a sentir cortaduras en todas partes. Sentía como estaba dejando de existir. 

Mi princesa furiosa (SaiTatsu)Where stories live. Discover now