Capítulo 10

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Narrador

Lee Won no había permitido que nadie entrara a su habitación, tal vez solo en su recamara pero no su clóset, había mantenido bastante bien su pequeño regalo, está vez se encontraba yendo a la oficina de Caesar, ya habían pasado varios días desde su escapada nocturna. Tampoco es que Caesar pusiera mucha resistencia, las cosas pasaban en mayor parte en la habitación de este, no en la de su pareja, pero últimamente había estado ausente en la mansión.

Tocó la puerta suavemente y luego se asomó, Caesar estaba en su silla, como siempre, pero está vez no tenía esa sonrisa arrogante que ponía al ver a su pareja; Lee Won se acercó al rubio que parecía estar perdido en sus pensamientos, al estar lo suficientemente cerca, pudo ver varias fotos regadas sobre el escritorio, en ellas habían varias personas, todas parecían ser rusas...

—¿Quiénes son estas personas?—Caesar se sobresaltó pero rápidamente se recompuso.

—Nadie importante, ¿Qué necesitas?—tomó las fotos para juntarlas rápidamente.

—Hace días que no te veo por la mansión, has estado saliendo mucho, ¿Pasa algo?—la última foto que quedaba era de un chico rubio, de piel pálida y ojos que parecían ser esferas de cristal, antes de que Caesar guardara la foto, Lee Won grabó cada detalle de ese sujeto, no parecía ser alguien sin importancia...

—No, no pasa nada, ¿Me extrañas tanto acaso?—extendió su mano para acercar al chico y este rodeo el escritorio para quedar frente a él.

—No... Solo es curiosidad—miró hacia otro lado.

—Bueno... Prometo estar más presente por aquí—le sonrió y tiró de él para sentarlo en su regazo.

—¡Hey!—protestó—. Ten más cuidado—posó su manos sobre los hombros de Caesar para sujetarse, para su sorpresa este hizo una leve mueca de dolor, rápidamente quitó su mano y descubrir la parte del chaleco que usaba.

—¿Qué haces? ¿Estás ansioso?—se rió.

—¿Qué es lo que tienes aquí? ¿Estás herido?—al descubrir su hombro, notó varias vendas en el lugar—. ¿Cómo pasó esto?—preguntó seriamente.

—Un... ¿Accidente?—al no recibir una respuesta clara, Lee Won presionó sobre la herida y el rubio soltó un quejido—. Deja eso, no importa—tomó su mano y la besó.

—Dímelo, ¿Qué pasó? ¿Quiénes son esas personas de las fotos? ¿Ocurre algo grave?—Caesar solo desvío la vista hacia la ventana—. ¿No dirás nada?—ahora sonaba más molesto que antes.

—Bogdanov.—dijo al final—. Yevgeny Vissarionovich Bogdanov es el nombre del hombre de la foto—se quedó en silencio.

—¿Y qué más?—volvió a preguntar—. ¿Es otra organización de mafiosos?—Caesar asintió levemente.

—Solo eso necesitas saber, no te preocupes por nada más, eso es todo lo que sabrás, te protegeré si eso es lo que temes—volvió a besar la mano de Lee Won.

—...—el pelinegro se quedó en silencio, no sabía que decir, pero por fin las piezas del rompecabezas encajaban, Caesar lo había llevado a la mansión para protegerlo de él.

Ese momento tenso había quedado en el pasado, los últimos rayos del sol se dejaban ver antes de perderse por completo, Lee Won no sabía que más hacer, solo quedarse en su habitación; entró a su amplio clóset y se acercó a las flores, estás ya se estaban marchitando, era obvio, ya habían pasado muchos días, levantó el florero en dónde las había puesto y las admiró durante un rato...

A pesar de todo, Caesar se preocupaba por él, aunque había sido su culpa que estuviera en peligro durante más de una ocasión, lo que había pasado entre ellos lo había cambiado por completo, dejó el florero en su lugar y salió del clóset cerrándolo con llave. Lee Won se preguntaba en dónde estaría o qué estaría haciendo Taekjoo, pues durante los últimos días no habían tenido mucha interacción...

Condena de Rosas (Taekjoo x Lee Won)Where stories live. Discover now