En el reino oculto, donde destinos son tejidos por fuerzas invisibles, TaeHyung, un heredero inadvertido, se encuentra con un artefacto enigmático que desentraña un tapiz cósmico. Este descubrimiento, sin saberlo, lo envuelve en una red de intriga y...
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CAPÍTULO 6: ¡MIRA QUIEN NOS ESTÁ VISITANDO!
A TaeHyung realmente le gustaba salir de compras, era una actividad bastante relajante para él, de las pocas cosas que podía disfrutar con o sin compañía. JungKook había notado aquello así que cuando vio la emoción del rubio le siguió la corriente aun si ya habían comparado lo suficiente para él, según TaeHyung nunca se tenían demasiados accesorios ni demasiada ropa.
—¿No crees que esto es demasiado extravagante? — preguntó JungKook mirándose al espejo mientras TaeHyung lo miraba de arriba abajo — ¿Siquiera habrá una ocasión en la que pueda usar esto?
—Si vas a ser mi asistente seguro se presentará la ocasión ideal — comentó dando un pequeño sorbo a su copa de champaña —Además te queda muy bien.
No mentía, al parecer el cuerpo que tenía servía increíble para modelar toda la ropa, JungKook podría no saber mucho, pero sabía reconocer la belleza y era obvio para él que el señor DongSoo era extremadamente bien parecido, hasta se había sentido mal por haber tomado un cuerpo tan hermoso.
—¿Será posible confeccionarlo en color violeta? — preguntó girándose para mirar a la mujer que estaba atendiéndoles —Lo llevaré en rojo de no ser posible...
—Estoy segura que podemos hacerlo en color violeta para usted — comentó con una sonrisa de oreja a oreja.
Kim TaeHyung y en general toda la familia del grupo Haetsal eran personas bastante influyentes, nunca se atreverían a negarles algo, especialmente a él pues era de conocimiento público que TaeHyung era por mucho el nieto favorito de la matriarca de la familia y el hermano consentido de SeokJin; claro que HyeJin era la menor y recibía un trato preferencial de todos los miembros de su familia, sin embargo, había algo en Tae que hacía que todos, incluso la menor de la familia, lo trataran con tanta adoración que era casi imposible de creer.
—¿Es esta la última pieza que quieres que me pruebe? — preguntó JungKook
—En esta tienda si — habló seriamente —Ya compramos suficiente ropa formal, necesitamos darte un estilo.
—¿Un estilo? — enarcó una ceja mirándolo a través del espejo —¿A qué te refieres?
—Algo que te defina, que te haga ser JungKook. Si vamos a convivir por un tiempo odiaría que no tuvieras una personalidad — el pelinegro no entendía a que se refería exactamente y por su mueca de confusión, TaeHyung lo supo —Ya verás.
Cuando salieron de aquella tienda TaeHyung prácticamente lo arrastró a otras tres, en donde lo hizo probarse prenda tras prenda mientras él lo miraba y juzgaba lo que fuera que tuviera puesto en ese momento.
Conforme JungKook cambiaba de ropa una y otra vez, se daba cuenta que algunas cosas lo hacían lucir mucho mejor que otras, lo sabía porque había ciertas prendas que causaban un brillo en la mirada de TaeHyung y cuando él mismo se miraba en el espejo se daba cuenta de que efectivamente se veía bien.
