Capítulo 10

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Al despertar, cada uno se despidió y se dirigieron a sus habitaciones a alistarse para un nuevo día de clases, Finn y Mash llegaron de manera apresurada a su salón, pero para su alivio recién se estaba llenando así que sin más tomaron asiento.

No sabía a qué se debía tanto alboroto en los pasillos pero chicos y chicas omegas y betas se encontraban pegados a las ventanas del salón mirando al pasillo, Mash ignoró esto mientras mantenía una amena conversación con Finn y Lemon, está última había coincidido la clase con ellos, y no perdieron el tiempo retomando conversación de la noche anterior.

Hasta que un grito se escucho fuera del salón.

—¡Si, es de este salón!—Los que estaban pegados a las ventanas chillaron emocionados y se abrió la puerta de pronto—Es él—Mash, observó la puerta y  ahí parado en la entrada, con la mirada fija en él, se encontraba Rayne Ames.

—Gracias por su ayuda—Dijo, y el joven que lo había guiado hasta allí, asintió levemente ruborizado, Rayne se acercó a Mash, teniendo todas las miradas sobre él.—Necesito hablar contigo.

—Te dije que no quería que te acercaras a mi—Dijo serio, escuchando sonidos de indignación y molestia por parte de sus compañeros de clase por hablar de esa manera con Rayne.—Estás causando un alboroto aquí.—Rayne se agachó y se acercó un poco a su oído.

—Si quieres que diga todo en voz alta, aquí mismo puedo hacerlo.—Mash sintió una corriente eléctrica pasar por todo su cuerpo, como si de un espasmo se tratara, Rayne notó eso y lo anotó mentalmente.

—No quiero más problemas, vayamos a un lugar más privado—Se levantó de su asiento y dirigió su mirada a Lemon y Finn—Ahora vuelvo.

—No tardes mucho, el profesor esta por llegar.—aconsejó Finn, obteniendo un asentimiento por parte de Mash, y sin más, salió del salón siendo seguido por Rayne.

Caminaron un poco lejos del alburrullo hasta dar con las escaleras que daban al segundo piso, al notar que no hania personas se detuvieron y Mash comenzó a hablar antes que lo hiciera Rayne.

—Creía haber sido claro el día de ayer—Dijo mientras seriamente para luego cruzar sus brazos.

—Creía no haber aceptado tales cosas—Responde Rayne— Mash, ni siquiera me dejaste hablar.

—¿Y qué quieres decir realmente?, Ya te dije que tener un Alfa en estos momentos solo será una distracción para mí vida.

—Mash, al menos dame la oportunidad de demostrarte que en vez de ser una piedra en tu camino puedo ser un compañero que te brinde protección y amor, quiero ser participe de tu vida u observar cómo triunfas y consigues lo que quieres, pero todo a tu lado.. —Rayne se arriesgo a acercarse un poco más a Mash y tomar su mano delicadamente—Si al final no quieres aceptarme como tú alfa, yo lo aceptaré.. ¿Pero podrías darme al menos el beneficio de la duda?—Termino de hablar y dejo una caricia suave en la mano contraria, Mash no podia evitar sonrojarse por la cercanía, su omega estaba muy emocionado y deseoso de aceptar al Alfa frente a él, realmente hubiera querido pensarlo más y ponerse muchas excusas sobre el porque no deberia aceptar al Alfa pero haciendo caso a su omega interior, por primera vez sedio ante su instinto.

—B-bueno, está bien.. si es asi.—Rayne no pudo evitar estar más que complacido con la respuesta, no se contuvo de acercarse para rodear la cintura contraria con una mano y con la otra hundir la cabeza de Mash en su pecho, este se sintió muy avergonzado, pero feliz de poder oler el aroma tan delicioso y fuerte del Alfa, Rayne se alejo un poco de Mash solo para dejar un casto beso sobre la mejilla de Mash, logrando que este se coloreara fuertemente, satisfecho con lo que había logrado volvió a abrazarlo un poco más fuerte y luego de unos segundos decidió que era hora de regresar a sus deberes, muy a su pesar.

—Lamento mi atrevimiento, pero ya es hora de ir a clases, te acompaño.—Dijo jalándolo a su lado.

—S-si

Caminaron justos hasta el salón de Mash,  vio como sus compañeros se aglomeraban y soltaban exclamaciones sorprendidas al verlos tomados de la mano, más se despidió de Rayne con un leve sentimiento para después entrar a su salón y antes de que cualquiera le preguntara nada, el profesor ingresó tras de él, al salón, Mash estuvo agradecido por ello.

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