14. Ella y solo Ella.

405 71 30
                                    


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




Conducía junto con Lionel el iba hablando por teléfono con Brianna.

Definitivamente Paula está loca ¿Cómo se va a poner a pelear con Eve en los baños como estudiante de secundaria?

Lo peor de esto es que iba esposada, con rasguños, el cabello hecho un desastre y descalza. Vaya espectáculo.

Había escuchado que alguien se peleaba en los baños de mujeres, luego de la nada apareció la policía y se terminaron llevando a Paula.

—Si, nos vemos allá —colgó— Brianna irá a la estación con su padre... Por cierto ¡Eso fue genial!

—Demonios Lionel.

—¿Que? Por Dios amigo, Paula es genial.. Dejo a Eve golpeada, creeme que ella quedó peor, tu chica es increíble.

Ignore lo que dijo, no estaba orgulloso de lo que ella había hecho por qué esto trajo consecuencias y una de esas es que este ahora en la comisaría.

Al llegar a la estación pregunté por ella y me llevaron directo al oficial que la arrestó, Eve estaba sentada en la oficina dando su declaración.

—Oficial ¿Puedo ver a mi novia?

—Lo siento señor pero eso no se podrá, la ciudadana está bajo custodia, se está abriendo un caso por lesiones personales y alteración al orden público.

—Entiendo lo que quiere decir... Y está bien, usted debe hacer su trabajo, pero, ella debe estar asustada justo ahora —juntë mis manos—, por favor, déjeme verla un par de minutos.

El lo pensó por un momento luego asintió, Lionel se quedó aquí mientras que iba caminando detrás del oficial hacia donde estaba Paula.

Mi pobre chica debe estar asus...

Me quedé parado como idiota viendo a Paula reírse con las reclusas, incluso tenía un par de zapatos puestos, yo preocupándome por ella y la señorita hablando cómodamente con ellas.

Está tan tranquila, que se le olvidó en dónde está.

—Paula.

—Dios si viniste —se acercó a los barrotes.

—Claro.

—¿No me preguntarás como estoy?

—Estas bien por lo que veo —miré a las reclusas y a ella—, yo si estaba preocupado creyendo que estabas asustada estando aquí adentro, pero veo que no.

—Oye ¿Peleaste por el? Por qué de ser así mami, hasta le arrancaría los ojos a cualquier mujer que quisiera mirarlo...

La mujer me guiñó el ojo.

El CEO Enamorado. II Bilogía CEO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora