16. Seguimiento.

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Dos días después. 


—Bien, tengo suficiente gasolina, repuestos de neumaticos, todo. 

—Señor Hoffmann ¿esta seguro de hacer esto? Yo no quiero problemas... —dijo nervioso. 

—No habrá problemas —dije un poco inseguro—, Es por el bien de ellas. 

—¿Seguirlas amigo? —Lionel estaba sentado atrás— Sabes que eso está mal. 

—Calla, por que aquí estás, pendiente del chisme ¿no? 

—Pues, quiero ver como Paula te patea las bolas por hacer esto. —el rió.

—Señor Hoffmann, repito ¿está seguro de lo que quiere hacer? Escuche, yo adoro a Brianna, no quiero que me odie por hacer esto. 

—No pasara nada Kent, seremos sigilosos. 

—Si linda, Brian cometerá una locura —mire a Lionel, estaba hablando por teléfono—, regresaré sano y salvo, lo prometo... Por supuesto que te contaré los detalles —soltó una risa— adios. 

—¿En serio Lionel? 

—¿Que? Esto será divertido... 

Arranque el auto, conduje hacia donde vive Paula, dentro de una hora o menos ella va a salir con Brianna a ese viaje estúpido. 

No me dejo acompañarla, así que decidí venir por mi mismo y seguirlas hacia donde irían por que no iba a dejar que Paula se arriesgara haciendo una tontería. Convencí a Kent de venir, le pague todo por adelantado para que viniera, además de que Paula cerrará la pastelería por unos dias. 

Me estoy arriesgando el puto pellejo por esto, pero ella no me dejó opción. No quiero dejarla sola en esto. Además de que no se o ella no sabe con que peligros se puede encontrar yendo a esos estados. Por suerte tenia toda la información de todas las mujeres así que se me haria facil poder encontrarlas. 

 —Señor Hofmann... 

—Dime Brian, Kent. 

—Bueno, Brian... Sigo pensando que esto es una muy muy mala idea. 

—Concuerdo con el amigo. 

—A ver, saben que el sujeto es peligroso ¿no? —los mire y ambos asintieron— Estafa a las mujeres, las engaña... —volvieron a asentir— Y una de esas mujeres, es la mía.. 

—No es tu mujer... 

—Calla Lionel, lo que quiero decir es que, no sabemos si ese hombre se cruzara con ellas —ellos volvieron a asentir— Y por eso, iremos. 

—Tiene un punto —dijo Kent a Lionel—. Podría aparecer, en fin, estoy en el auto con ustedes asi que no hay marcha atrás. 

—Lo dices como si fuésemos a cometer un crimen —yo rei—, solo... Haremos un seguimiento discreto, las chicas irán primero aquí —señale el mapa—, tenemos la dirección, así que en marcha. 

El CEO Enamorado. II Bilogía CEO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora