15 El cierre

131 26 19
                                    


Miré a mis mamás, mis hermanos, sus amigas, las risas, mi familia. Estoy dónde y con quiénes debía estar, ellas son las mamás correctas para mí, los mellizos y Al, son mis hermanos correctos. No llegué a ellas de una manera convencional, pero me acogieron, a todos nosotros y nos dieron un hogar, nos aman incondicionalmente y yo las amo, cómo a mis hermanos de vuelta. La crisis que pasé me sirvió para darme cuenta de eso, este es mi hogar y no es un lugar físico, son ellos, mi familia.

—¿Vamos acostarnos nerd? Ya está fresco.

—Ya voy —le digo a Al, mientras miro al cielo, con una foto de Sam entre las manos.

Miro a las estrellas y espero que ella esté ahí. Gracias mamá por haberme dado tiempo, por tomar la mejor desición al entregarme a ellas, me han dado una familia, un hogar y me aman.

—Te amamos hermano —se sienta Kirán a mi lado tomando mi brazo derecho.

—Mucho —Hope se coloca del lado izquierdo.

—Eres nuestro nerd número dos —Kirán mira a Al entre cerrando los ojos y todos ríen.

—Nuestro primer hijo —las mamás se colocan lado a lado detrás de Al y los mellizos—. Súper abrazo grupal familia —dice má y todos me abrazan.

—Ahora a dormir que pasado mañana, nos vamos de vacaciones —dice mamá y todos la miramos—. Quizás mamá aún tiene cartas bajo la manga. Está familia necesitaba vacaciones y nos iremos a Hawaii una semana.

—¡Atenea! —dice má— ¡¿Porqué no me has dicho antes?! Mañana hay que hacer las maletas y...

Má se mete neurótica mientras mamá intenta calmarla, no es la primera vez que hace vacaciones espontáneas. Todos nos vamos a dormir y la mañana siguiente en cuánto abrimos los ojos, má nos pone a hacer las maletas.

En cuánto a Noah, le doy una oportunidad a su familia y coordino con él para conocer a mis hermanas, y resto de la familia. Perdí a George y jamás nadie va a reemplazarlo, pero los padres de Noah están felices por tenerme cómo nieto, con la mayoría de edad no pueden pelear por mi custodia lo cuál es un alivio para todos, aunque mi abuela ahora dice que tiene una rival y por supuesto que Charles y Alejandro no se alegraron mucho de tener que compartirme, pero lo entendieron.

En el primer año de universidad conocí a una linda chica y lo primero que preguntó mamá fue si pronunció bien el apellido a la primera, para su mala suerte ella no lo hizo. Mamá dice que nuestro apellido es cabala y filtro, que confíe en eso. Quién si lo pronunció bien a la primera fue una amiga que me hice en el segundo año de la carrera. Kirán fue el primero de los cuatro en tener novia, finalmente Bianca cruzó la barrera y le dió su primer beso, a má casi le da un infarto.

—¡Qué! —a má se la cae a mi lado el cesto de la ropa sucia— esa niña y mi bebé —la detengo.

—No mamá, es su momento —la tomo del brazo y la arrastro fuera de la vista—. Le gusta mucho a Kirán y por lo que acabamos de ver a Bianca también.

—Hablaré con Audry y Beca, solo tienen 12 años y... —ella empieza a hiperventilar.

—Mamá cálmate ¿Okay? Ha sido su primer beso y tuvimos la suerte de verlo. Aparte mira —ellos están nuevamente sentados en ambos columpios con una gran sonrisa— siguen siendo niños, no es cómo si la hubiese embarazado con el beso.

—¿Embarazos? —ella empalidece— soy muy joven para ser abuela, tu mamá quizás está bien —se calla y me mira—. No le digas que dije eso —yo me río.

—Mami —es la primera vez en mucho tiempo que la llamo así y ella parece derretirse—. Fue un primer beso, tú no te casaste con tu primer beso. Son solo niños.

—Está bien —respira— ¿De seguirás diciendo mami?

—No.

—Oh —hace puchero.

—Bueno solo en casa. Soy niño grande.

—Para mami —levante el cesto de ropa sucia—, siempre serás mi primer niño... grande. Quizás es hora de esa charla con tu hermano.

—Mejor déjamelo a mí. Aún tengo recuerdos traumáticos de ustedes dos intentando explicármelo. Menos mal que me subieron al auto y me llevaron con mis abuelos —ella se ríe.

—Bueno al menos Bianca me cae bien, y somos amigas de sus mamás. Pobre de ella si le rompe el corazón a mi bebé.

Conocer a mis hermanas de la edad de los mellizos fue raro, ellas se parecen un poco a mí y a sus padres claro. Me preguntaron si podían decirme hermano mayor, estaban muy interesadas por lo que me gustaba, y les mostré fotos de los mellizos. Conocer a la familia de Noah cómo sus padres, primos, tíos etc, fue algo atemorizante, mis mamás me acompañaron en el proceso y nunca me dejaron solo, me preguntaban si me sentía cómodo y me aseguraron en todo momento que lo más importante era cómo yo me sintiera. Por supuesto que sus padres se pelearon con su hijo, por ocultarles mi existencia durante tantos años y haber escapado de su deber parental.

—Hola soy Valentín —repito antes de tocar la puerta, abriendo y cerrando las manos, a punto de golpear la puerta esta se abre— Hola un gusto, soy Valentín.

Aparece una señora bajita rubia platinada y un hombre canoso detrás de ella ambos con los ojos a punto de derramar lágrimas. Extiendo la mano, algo temblorosa y poco sudada. La señora me abraza, fuerte y su esposo se une al abrazo, mis hermanas detrás de ellos me saludan con una sonrisa, tomadas de las manos.

—Bienvenido Valentín —dice la mujer acariciando mi rostro.

—Muchacho, eres igual a tu padre de joven —eso me hizo sentir algo incómodo— pasa, pasa. El resto de la familia está en el patio.

En efecto había un mundo de gente esperando mi llegada, el murmullo cesó en cuánto aparecí. A punto estuve de pegar la vuelta cuándo mis hermanas tomaron mis manos y Noah tomó mi hombro.

—El es Valentín, nuestro hermano mayor —dijo la niña mayor.

Todos se acercaron a saludarme con una sonrisa y gran efusividad. Por un rato fui el centro de atención, mis abuelos no me despegaban la vista, pero poco a poco me sentí cada vez mas relajado, aún así en cuánto volví a casa con todos esperándome en el living me sentí mejor con ellos.

—¿Cómo te fue? —preguntó mamá en cuánto entré.

—Bien, muy bien —dejo las llaves colgadas sacándome la chaqueta—. Pero ustedes siguen siendo mi hogar, mi familia y mi lugar en el mundo.

Les extiendo los brazos y todos se acercan a abrazarme. Mi familia se hizo un poco más grande, pero los sigo eligiendo a ellos.

La favorita de la profesora 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora