Esposas Incompatibles Entre Especies (Por Corregir)

150

Capítulo 150: Adam (2)

"...Crear un mundo donde los humanos no sean menospreciados".

"........."

Adam no pudo evitar soltar una carcajada socarrona ante aquella absurda afirmación.

Para alguien que chocaba constantemente con la realidad, no podía haber una idea más absurda.

Por algo los de su especie tenían esa reputación.

Incluso el propio Adam había empezado a dudar de su propia gente.

¿Era la gente de Eastrock intrínsecamente más vil?

Parecía que había incontables entre los de su especie que estaban más allá de la redención.

"¿Por qué te ríes?"

Eis frunció el ceño ante la burla de Adam.

Adam se preguntó por dónde empezar a explicárselo.

Pero entonces, ¿por qué iba a destrozar lo que parecían los inocentes sueños de un niño? Era como si declararan con orgullo que querían ser princesas.

Hanna, un poco mayor, añadió su propia explicación.

"Siempre nos desprecian porque somos de la raza humana".

"..."

"Yo cantaré y Eis bailará para demostrar que los de nuestra raza también pueden ser maravillosos".

Viendo hablar a Hanna, Adam sintió un nudo en la garganta.

Se sentía como una recompensa, sólo para ser reconocido por sus esfuerzos.

Pero en realidad, Adam estaba contento con esta vida.

A pesar de las dificultades diarias, tener a su familia era todo lo que podía desear.

Soñaba con crecer, casarse con una mujer hermosa y tener sus propios hijos.

"Creo que es un buen sueño".

comentó Bergo desde su lado.

Adam miró de reojo a Bergo.

Habiendo probado él mismo la amargura de la ciudad, cabía esperar que Bergo fuera cínico, pero no dio muestras de ello.

¿Estaba protegiendo la inocencia de sus hermanos... o realmente creía en ellos?

No estaba claro, pero como siempre, Adam pensó que Bergo estaba siendo el mejor hermano para sus hermanos.

Y así como así, Adam cumplió 17 años.

...Ese día llegó sin avisar.

Al volver a enfrentarse a sus hermanos en los barrios bajos, se encontró con un silencio espeluznante.

Normalmente, sus hermanas ya le habrían saludado, pero no aparecían por ninguna parte.

"...?"

La confusión de Adam no tardó en convertirse en horror.

Pues encontró a sus hermanos tirados en el suelo.

"¡¡¡Hanna!!! Eis!!!"

Adam corrió hacia ellos en pánico.

Su improvisado hogar estaba en ruinas.

Hanna y Eis yacían tendidos, cubiertos de tierra y magulladuras.

Adam, con manos temblorosas, levantó primero a Hanna.

"¡Hanna...! ¡Despierta!"

Con dificultad, Hanna abrió los ojos al contacto con Adam.