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Capítulo 153: Vientos de Cambio (2)

Ner no podía hacer nada por Berg.

Sentía como si toda una vida de espera hubiera terminado, pero al estar tumbado a su lado en la cama se sentía igual.

Berg dormía profundamente, con los ojos cerrados, sin pronunciar palabra.

Ni se apartó para llorar ni suspiró.

Ner sólo podía estar a su lado, era todo lo que podía hacer.

Le tomó la mano con fuerza, compartiendo su dolor.

Al día siguiente se celebró el funeral.

Los camaradas difuntos fueron enterrados sobre troncos cuidadosamente apilados.

Ner observó a Berg, que lo soportó todo en silencio, con la garganta apretada por la emoción.

No entendía por qué las lágrimas seguían brotando en su nombre.

Era difícil mirar el rostro inexpresivo de Berg.

Quería consolarle, ser alguien en quien pudiera confiar... pero sentía que estaba fracasando.

Berg siempre había sido un pilar de fortaleza en los momentos difíciles.

Luchando a su lado, mejorando su reputación en el territorio, alabando su cola, defendiéndose de los que la calumniaban, diciéndole que era hermosa...

A través de Berg, Ner había curado todo su dolor.

Ahora era el momento de corresponder, pero Berg no mostró debilidades.

Al final, Berg levantó al Capitán Adam, colocándolo en la pira funeraria.

"..."

Berg se quedó mirando al tendido Adam durante largo rato.

Ner sintió que apenas podía comprender lo que pasaba por la mente de Berg.

¿Cuánto dolor y dificultad debía estar sintiendo?

¿Cómo de doloroso debe de ser perder a alguien de quien dependías?

Volvió a secarse las lágrimas, endureciendo su expresión por el bien de Berg.

Si mostraba sus lágrimas, sólo lo haría más difícil para Berg.

Así pues, Ner permaneció junto a Berg durante el funeral, al igual que Arwin.

Berg observó en silencio el altar crematorio ardiendo ferozmente.

Aunque le rodeaba un luto interminable, sólo Berg permanecía inmóvil.

No es que no pareciera sufrir.

Sólo parecía estar posponiéndolo, soportándolo.

Ner pensaba abrazarlo con fuerza y acariciarle la espalda si Berg empezaba a llorar.

Sabía que no podría contener las lágrimas a partir de ese momento... pero aun así, quería ser fuerte por Berg.

"..."

De repente, como golpeado por un pensamiento, los ojos de Berg enrojecieron. Las lágrimas brotaron de su rostro inexpresivo y dejó escapar un largo suspiro.

Durante horas, contempló así el gran fuego.

****

Enterré las cenizas de Adam Hyung en la tierra.

Cubrí su tumba con lo que quedaba de tierra.

Los compañeros habían traído una lápida y la habían colocado a su lado.

Esposas Incompatibles Entre Especies (Por Corregir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora