Esposas Incompatibles Entre Especies (Por Corregir)

152

Capítulo 152: Vientos de cambio (1)

Ner se acercó a Arwin, que miraba en la dirección en que se había marchado Berg.

"..."

"..."

Ninguno de los dos abrió la boca primero.

En primer lugar, no había mucho que decir.

Después de todo, su despedida con Arwin era inminente.

Ner empezó a sentir poco a poco que la distancia entre ella y los elfos era mayor que la diferencia entre ella y la raza humana de Berg.

A pesar de ser noble y mujer ella misma, Ner descubrió que comprendía a Berg más que a Arwin.

Pero fuera lo que fuese, ahora no era el momento de reflexionar sobre ello.

Simplemente compartieron un silencio, lleno de preocupaciones por Berg.

Stockpin bullía de novedades.

Había rumores de que el grupo de héroes había matado al Rey Demonio.

La noticia de que la guerra había terminado.

A pesar de las numerosas bajas y de que el propio héroe estaba gravemente herido, la verdad inmutable era que la guerra había terminado.

Sin embargo, Ner era incapaz de sentir alegría por alguna razón.

Había sido una guerra que trajo sufrimiento sin fin a los plebeyos de Blackwood, y la propia Ner se había desesperado enormemente debido a esta guerra... pero el mero hecho de que la guerra hubiera terminado no era suficiente para hacerla feliz de inmediato.

Aún no se sabía nada de Berg.

Su campo de batalla, y el del grupo de héroes, eran asuntos completamente diferentes.

Si él no estaba a salvo, todo lo demás carecía de sentido.

Ner juntó las manos.

Rezaba sin cesar a sus dioses nativos.

Besando el anillo que Berg le había dado, no deseó otra cosa que su regreso a salvo.

"... ¿Arwin-nim?"

Entonces, Ner llamó a Arwin.

Arwin se volvió para mirar a Ner con ojos sin vida.

Ner, mirándola, le hizo una petición.

"...Hoja del Árbol del Mundo de Berg..."

"..."

"...¿Puedes enseñármela...?"

Las hojas del Árbol del Mundo que Berg y Arwin habían compartido en su ceremonia de boda podían revelar el estado de la otra persona.

Ver la hoja del Árbol del Mundo de Berg les diría en qué situación se encontraba.

Arwin, con la mirada perdida en Ner, mostró cautelosamente la hoja que sostenía.

"..."

La hoja estaba ligeramente rasgada aquí y allá.

Ner se derrumbó en el acto al verla.

Era un alivio que estuviera vivo, pero la idea de que estuviera tan malherido era abrumadoramente dolorosa.

Ella continuó rezando.

Para que Berg regresara.

Ner nunca había deseado nada más.

La única persona que siempre había estado de su lado.

La existencia más importante de su vida.

Sólo con él podría seguir viviendo.