FIRE | PERDIENDO EL CONTROL POR LA BOYBAND QUE ODIO.

Capítulo 3

POV ALISON:

—Comienza el plan. —Me dice como si estuviéramos en uno de sus fanfics y su verdadero plan fuera secuestrarlos hasta que desarrollen síndrome de estocolmo.

Es Elizabeth. No me sorprendería ver a varios hombres demasiado grandes esperándonos aquí fuera. Nada de lo que haga puede llegar a sorprenderme, y por eso ni siquiera pestañeo cuando se deshace de la sudadera con un rápido movimiento y queda vestida con un top escotado de color negro, que se ciñe a su cuerpo tanto como la falda del mismo color que apenas le llega un poco más abajo de los muslos. Destruye lo que queda de sus adorables moñitos y deja que su pelo color violeta caiga en cascada por sus hombros mientras cambia por completo de expresión, fingiendo seguridad, como si estuviera tratando de adaptar su personalidad a la protagonista de su último fanfic.

Contengo un suspiro y espero de corazón que el grupo salga por aquí. No quiero verla llorar y lamentarse de que ha perdido su única oportunidad de conocerlos personalmente por un error de cálculo. No sé como sabe que este callejón da a la salida trasera, pero confío en que la información es correcta y que no se haya filtrado a más personas. 

Me apoyo en la pared revisando la galería de mi teléfono y aprovechando para hacer limpieza, cuando tres voces masculinas hablando un perfecto inglés, salen de la puerta cuya salida tenemos acorralada. 

Elizabeth empieza a ponerse de todos los colores y la seguridad que tenía controlada hace un momento se desvanece. La agarro de la mano para tratar de calmarla, justo en el momento en que la puerta se abre, dejando ver a los tres miembros de Fire. 

Sus palabras, a la par que sus risas, se cortan en el momento en que nos ven. El tal Ashton se pone serio, y noto la rigidez en su rostro, antes de que la haga desaparecer tan rápido que parece que me la he imaginado. El tal... ¿Taylor? El chico de la batería. Nos dedica una sonrisa traviesa y ni siquiera muestra sutileza al repasarnos a ambas con la mirada, casi al mismo tiempo. Y, el bajista pelirrojo, nos regala una cálida sonrisa, antes de echar hacia atrás a dos hombres trajeados con los que no contábamos.

—¿Estáis solas? ¿Solo sois vosotras? —Nos pregunta mientras gira la cabeza hacia a ambos lados del callejón, para después salir al exterior.

Elizabeth asiente con la cabeza sin ser capaz de emitir palabra.

—Me parece que se lo han ganado. Son unas chicas muy listas. —Dice el baterista, sonriendo de forma torcida haciendo que un hoyuelo se marque en su mejilla.

¿Esta gente sabe hablar como si pensasen con la cabeza principal? Me parece que no.

Doy un paso atrás y me apoyo en la pared, sacándole el móvil a Elizabeth de sus manos para empezar a grabar el que se convertirá en su recuerdo favorito, siguiendo la primera instrucción. Pero ella parece haber olvidado como se habla. Todo su cuerpo está temblando y apenas puede emitir sonidos agudos como si fuera un animalito. Sé que se va a arrepentir de tener a sus mayores ídolos a un solo paso de distancia y no haber podido decirles una sola palabra, así que me pongo al lado de ella, poniendo una mano en su hombro.

—Esta es Elizabeth, vuestra fan número uno. Y no estoy exagerando, fue quien escribió el primer comentario en el primer vídeo que subisteis a internet. —Les hablo en su idioma, a pesar de que ellos se han tomado la molestia de hablarnos en español.

Los tres chicos sonríen al mismo tiempo y se acercan más a ella, rodeándola. 

—¿Es eso cierto, Elizabeth? —Le pregunta el baterista en nuestro idioma, sin respetar su espacio personal, y ella se pone tan roja que empiezo a pensar que lleva todo este tiempo sin respirar.