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Palabras: 1470
Advertencias: Tristeza. Incomodidad. Sorpresa.
Maratón: 1/5
Comentarios míos: Se viene sorpresita con Balerion y tres hijos de Jaehaerys I y Alysanne...
King's Landing
93 d.C
Novena luna, decimosegundo día.
El blanco vestido cubría el delicado cuerpo de la niña de apenas 11 días del nombre. Llevaba en su cuello un hermoso collar que fue un regalo por parte de los Velaryon, hermosas pequeñas perlas que brillaban ante la luz solar. Aretes diminutos que relucían con cada movimiento de la cabeza infantil. Su cabello peliblanco estaba trenzado de manera delicada, dejando a la vista sus facciones aniñadas además de tristes.
Aemon Velaryon comprendía la tristeza de Aemma Arryn. No estaba feliz con saber que una niña estaba por casarse con un adolescente de 16 días del nombre.
Tal vez era un pequeño niño de apenas 3 otoños, pero ya comprendía lo que sucedía a su alrededor y con las jóvenes solteras que vivían en Westeros. Eran vendidas u obligadas a casarse a temprana edad para poder obtener títulos, tierras o tan solo, herederos que crecieran el linaje de su Casa. Viserys, el primo de su madre, era ahora el futuro pretendiente al Trono de Hierro y debía de tener una esposa que le diera hijos con sangre Valyria.
Una maldita injusticia la que estaba viviendo Lady Aemma ¿Por qué no la comprometieron con Daemon? Eran casi cercanos en edad.
—Sobrina, Aemon quiere comerse esa galleta —dijo Gael Targaryen, la joven tía de su madre que contaba con 13 días del nombre.
Una chiquilla que pronto partiría con ellos a Driftmark por un acuerdo entre la Reina Alysanne y su madre. El acuerdo era que la joven princesa recibiría buenas enseñanzas en Driftmark y, Corlys buscaría un buen prospecto de esposo en las Ciudades Libres para la princesa. El único deseo de la Reina, era que estuviera cercano en edad de su joven hija, además que no la obligara a producir herederos. Sus padres aceptaron, asi que ahora tenía una compañera de juegos aparte de Laena.
Al menos una hija de los Reyes no tendría un trágico final como el de Viserra, Saera, Alyssa o Daella Targaryen.
—Está bien, tiene dientes fuertes —respondió su madre. Para hacer más verídica la respuesta, le sonrió a la joven princesa mostrando sus dientes—. Gael, ¿podrías llevar a Aemon al Salón del Trono? Ya estamos terminando.
