Reencarnado en el Mundo del Anime

Capitulo 34: Festival del Arte de las Siete Espadas (3)

"Prepárate, Touka-san. Voy a atacarte." Dijo Otto mientras levantaba su Bokken con un brazo, mientras con el otro sostenía el colgante que le dejaron sus '¿padres?' que inicialmente lo había abandonado en este mundo.

"Listo, dame la mejor oportunidad que tengas".

Otto se acercó lentamente a ella con movimientos tranquilos mientras cada paso liberaba Moon Blades debajo de él, que se elevaban a su alrededor.

"¿Qué es..." Touka estaba confundido por la cantidad de esas cosas afiladas a su alrededor.

"Se llama Moon Blades, son afiladas, por supuesto. Así que buena suerte y diviértete esquivandolas". Dio una advertencia amistosa.

Cada paso generaba 15 hojas lunares como máximo, ya que solo crecía más y más con cada paso que daba hacia ella.

"Decimocuarto curso: Sonámbulo de medianoche".

"Raikiri." Touka disparó un rayo desde su espada, tratando de detener las hojas lunares entrantes mientras ya había sido cortada por varias de las hojas lunares.

Otto se detuvo abruptamente a mitad del camino, después de ver a Touka que estaba cubierta de heridas.

"¿No vas a rendirte? No tienes ninguna posibilidad de ganar el festival de este año. No mientras yo esté aquí". Otto dijo fríamente.

"Les prometí... que ganaría". Ella mostró su postura decidida.

"En este punto, podrías morir".

"Lo sé-"

"Así que ríndete. Y vuelve a intentarlo el año que viene". Otto pensó que este podría ser el único año en que participaría en este tipo de eventos.

"No... no puedo. Se lo prometí."

"Estarían más desconsolados si murieras aquí".

Aunque este era solo un festival en el que podían participar personas fuertemente seleccionadas, no había garantía de que se fueran sin perder algo. Ya sea su vida o una extremidad, los participantes usarían la forma real de su dispositivo para poder infligir lesiones reales.

"Entonces ¿qué hay de ti? ¿Por qué quieres ganar?" -Preguntó Touka.

'¡Joder, no me hagas esa pregunta!' Otto maldijo interiormente porque lo obligaron a estar aquí.

"Había cierto hombre que vivió en Alemania hace mucho tiempo. Tenía la ambición de convertirse en el más fuerte del mundo, mientras desafiaba a los maestros en diferentes dojos. Sólo para ser derrotado de una manera tan simple.

El hombre lo tenía todo. Riqueza, poder y talento. Pero su pensamiento ingenuo desperdició todo eso, ya que lo dio todo por sentado...

No mucho después, se dio por vencido y siguió diciéndose a sí mismo que... Ser el más fuerte no es más que una palabra, sentenciada por las personas que quieren esa expectativa exacta de una persona.

Cuando me doy cuenta de eso, ser el más fuerte no valía nada... Perder la vida sólo para satisfacer las expectativas de otros de ganar, no es nada honorable ni realmente te hace el más fuerte. Yo diría que no es más que la muerte de un perro. La vida de uno era más importante que cualquier cosa que uno pudiera tener".

Otto proyectó su yo más joven.

"Aunque no veo por qué eso se relaciona con que quieras ganar el festival..." dijo Touka confundido.

"..." '¡Joder, simplemente tira esa estúpida pregunta!' Su verdadera razón era tan tonta y demasiado poco elegante como para decirla en voz alta.

"Ya veo, así que esa es tu respuesta".