25. Rumba de confesiones.

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Era de madrugada y la fiesta aún seguía, de hecho andaba más prendida que hace unas horas atrás, cualquiera cree que le iban a cantar cumpleaños a Jay pero ese apagó la vela en su casa horas antes para agarrarse una torta para él solo. O sea sí le pusieron el cumpleaños de tambor urbano pero pa puro darle sarita, el pobre iba a quedar como el meme de nenuco espaturrado.

Jungwon estaba sentado en uno de los muebles con Naomi arriba de él contándole lo que había hablado con Riki en el liceo, el chamo se había imaginado que eso era de lo que estaban hablando por la cara de Sebastián cuando volteaba a verlo, pero igual no le preguntó nada a Naomi hasta ahora que ella sola le andaba contando.

—¿Pero va a seguir pasandosela con nosotros?

—Supongo que sí, pero digo yo que no va a andar tan pegao como antes hasta que se le pase la vaina.

Daniel asintió y rodeó la cintura de la chama con sus brazos para pegarla más a él cosa que hizo que la pelirroja casi botara la bebida que tenía.

—Chicoooooo cuidao que le arruino el mueble a Jay, ¿cuánto costará esta vaina? Imagínate si lo mancho, pa ve si tengo que terminar vendiendo mi casa y las vacas de mi abuela en Guarico pa comprarle otro.

El pelinegro soltó una risa y apoyó su barbilla en el hombro de la chama, cerrando los ojos por unos segundos porque ya le había entrado sueño, menos mal se iban a quedar a dormir ahí porque sinó no la contaba pa llegar a su casa, se quedaba tirado en la calle.

—Ah ve, ahí anda Andrés, no lo había visto.

Jungwon se separó un poquito de ella y volteó hacia atrás para poder ubicar al castaño que efectivamente andaba bailando bien chill con otra chamita que Danielito ubicaba como Tamara.

—Verdad, yo hasta pensé que no venía.

Naomi volteó a ver a su novio al escuchar como arrastraba sus palabras como si estuviera borracho, cuando solo había tomado jugo desde que llegaron y sonrió enternecida, estaba rojito por el calor que hacía y andaba pestañeando todo lento, frunciendo los labios mientras recostaba la cabeza en el pecho de la chama.

—Tú te estás es durmiendo oyó ¿Jay te dijo donde se podía dormir?

—No, me dijo que nos quedaramos a dormir y más na, si es por mí me duerno aquí mismo, porque creo que cerró con llave la mayoría de los cuartos.

—Bien bonito, mi mamá no parió cama.

—Si si, tas jodía ya, siempre te ando agarrando de cama.

La pelirroja se rió y terminó de hacer un fondo blanco con el trago de ron que tenía, dejando el vaso en la mesita que estaba al lado del mueble.

—¿Buscamos a Jay a ver si nos dice donde dormir?

—Que ladilla buscarlo.

Danielito se abrazó más a ella y se acurrucó en su pecho, la chama rió y lo abrazó de igual forma haciéndole cariñitos en el cabello.

—Vamos anda, tas más dormido que despierto.

—Mmmmm está bieen pues.

Naomi sonrió victoriosa y tomó el rostro del chamito entre sus manos para dejar un besito rápido en sus labios antes de pararse de su regazo. Jungwon sonrió por la acción de la chama y se levantó del mueble seguido de ella para comenzar a buscar al cumpleañero

(...)

—Epa, ¿has visto a Sofía? —le preguntó Jay a Cami.

—No, ¿has visto a Sunghoon? —le preguntó ella devuelta y él negó.

CURDOS Y MAREADOS ── ENHYPENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora