NOVENO LIBRO DE LA SAGA IMMERSED IN DARKNESS
"Antes no me importaba mucho si terminaba mis tareas y salía vivo o en una bolsa para cadáveres, pero ahora sí. ¿Cómo podría cuidar a mi chico si estoy muerto? La noche que me ató el pañuelo alrededor del...
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—Soobin...
—Bajo enseguida, Arin —digo al teléfono mientras rebusco en el armario mi otro zapato rojo—, pero sólo un aviso, no puedo quedarme mucho tiempo. Todavía no he terminado el trabajo que tengo que entregar la semana que viene.
—¿De qué se trata? ¿De cómo tratar el estreñimiento de las cabras? —se ríe.
—Muy graciosa.
—¿De verdad te van a enseñar a parir lechones y cosas así?
Veo el zapato en un rincón y lo saco.
—Probablemente. ¿Dónde has estacionada?
—Justo enfrente.
—Vale. Estaré ahí en un segundo.
Me pongo los zapatos y me dirijo al espejo para echarme un vistazo. El conjunto blanco que me hizo Jun está compuesto de una playera muy ligera, un suéter que tejido y unas bermudas que me llegan a la mitad de las rodillas. Me lo puse hace dos semanas para un evento que organizó mi padre, pero es el único que no necesita plancha, así que no me importa. Después de coger el bolso y el abrigo, abro la puerta principal y me detengo en seco. Al otro lado de la puerta hay un listón de seda roja atado a la manilla. Mi corazón se acelera al ver el pañuelo, tan parecido al que usé para detener la hemorragia de mi desconocido de cabello largo. El que se llevó consigo.
« ¿Él lo ha dejado? »
Miro a la derecha e izquierda por el largo pasillo, pero no hay nadie. Vuelvo a mirar el pomo y estiro la mano para desatar el pañuelo. No es el mismo que se llevó, pero no me cabe duda de que fue él quien dejó el de repuesto.
Probablemente debería preocuparme, teniendo en cuenta que un extraño sabe dónde vivo. Y, supongo,que lo estoy un poco, pero también siento algo más. Emoción.
A pesar de mis acciones imprudentes que han puesto todo esto en movimiento, no soy un absoluto idiota. ¡Al hombre le dispararon! Y, sucedió en la noche en que todas esas personas fueron asesinadas. ¿Fue él? Un testigo señalando a un hombre de cabello largo dirigiéndose a ese complejo de edificios no es una prueba, pero de alguna manera, sé que él fue el responsable. Probablemente debería pedirle a mi padre que asigne a alguien fuera de mi edificio o mejor aún, debería vender este lugar y buscar otro departamento.
En lugar de eso... Me paso el pañuelo por los dedos y me envuelvo el cuello con seda roja.
***
—¿Vas a ir a la despedida de soltera de Miyeon? —pregunta Arin mientras nos dirigimos a la mesa del fondo del pub donde nos esperan dos de nuestras amigas.
—No estoy seguro —digo, intentando ocultar un bostezo y fracasando estrepitosamente. Me he pasado toda la noche estudiando, así que estoy muerto de cansancio—. Jun tiene un examen de matemáticas la semana que viene y le prometí que lo ayudaría este fin de semana. Ha reprobado el último.
