0.08

167 23 3
                                    

La hora del día siguiente habían pasado increíblemente rápido, cuando menos se daban cuenta, solo faltaba una clase para terminar el dia tan agotado.

Y, aunque no parecía, Jisung temblaba en su eje, mientras espera que sus mejores amigos buscaran algo para comer, porque no tenía nada en su estómago desde la tarde del día de ayer, sus tripas rugían y sentía que su vida se iba si no ingería algo.

—Odio ser humano —bufo con un ligero puchero antes de acariciar su abdomen, mirando a lo lejos la larga fila que, a sus ojos parecía no avanzar.

—Oye, pareces tener hambre...Ten —escucho la voz de alguien frente a él. Suspiro con fuerza a punto de enfrentar al desconocidos, pero sus sentidos fueron nublados cuando reconoció aquellos profundos ojos que lo hacían sonrojar.

El lindo brujo estaba cada vez más cerca; cada dia que pasaba se hacia mas corta su distancia y eso lo estaba poniendo nervioso.

Sus miradas se conectaron entre nervios, noto la sonrisa del brujo iluminar su rostro. El desconocido extendió por segunda mano un pequeño paquete de galletas dulce.
Jisung dudo por varios segundos, ¿si lo envenenaba? ¿si en realidad era una poción para convertirlo en sapo o algo así?

—Pareces tener hambre, ten.

Jisung las tomo con desconfianza, haciendo una ligera reverencia de agradecimiento, abrió el paquete y aleatoriamente tomo una para extenderla al desconocido.
Aquel acto lo hizo reír, sentándose frente a él con su mano aún extendida y con la galleta en ella.

—¿Y esto? —preguntó tras su carcajada, Jisung frunció ligeramente su ceño, haciendo que su expresión fuera adorable ante los ojos del brujo que se había acercado a hablarle—Es para asegurarme que no son galletas con alguna poción o algo parecido —asintió con rapidez.

—¿Por qué crees que haria algo asi? ¿umh?

—Porque soy humano, seguro quieres gastar una broma pesada —Minho sonrió antes de negar a las palabras. Con una de sus cejas alzada tomó la galleta que el contrario le había puesto en su mano, sin despegar la mirada del menor abrió su boca y colocar la galleta sobre su lengua, cerrando su boca para masticar el dulce contenido de la crocante masa, junto al empalagoso sabor del chocolate y la miel junta.

Muy dulce para su gusto.

—¿Ves? no te pasara nada —afirmó, pero la mirada de Jisung solo demostraba desconfianza—¿Por qué me las has dado? —preguntó con la duda entre sus palabras. Minho suspiro rendido.

—Pasaba por aqui y ayer escuche te que quieres probarlas —aunque no mentía, Jisung mostró un rostro de indignación—Mis amigos me van a traer una, no debes de preocuparte —Minho le regaló una sonrisa.

—Era la última que quedaba. Tomala no te vas a envenenar —volvió a insistir. Aunque Jisung dudo de ella, el aroma de las galleta lo atrapaban, no resistió y terminó por llevar uno a su boca.

Y su empaque no mentía, era tan deliciosa como salia en la fotografía, empalagosas y deliciosa.

Perfectas a su dulce paladar.

—Soy Minho, un gusto en conocerte, humano —extendió nuevamente su mano. Jisung dejo las galletas para tomar con sus dos manos la del mayor, apretando con sutileza, a medida que hacía una pequeña reverencia; reverencia que lo hizo sonreír.

Nunca en su vida había conocido a un humano con una sonrisa tan sincera, pura y con unos ojos maravillosamente brillantes.

¿Realmente era un humano?

—No me llamo humano; Soy Jisung, Han Jisung —contestó con amabilidad, aflojando su desconfiada expresión a una mucho más tranquila—. Es un gusto conocerte, Han jisung —afirmo con la misma sonrisa.

—¿Tú eres el chico que ayudó al pelirrojo...Si, lo recuerdo —señaló al mayor despues de soltar una risa nerviosa, contagiando al contrario—. Si, fui yo...Eso lo que hiciste, realmente Hyunjin merecía eso.

—Que verguenza, no —susurro avergonzado.

—Parece broma, pero si se lo merecía, siempre le hace broma a todos —comentó asintiendo, dirigiendo su mirada a la del menor, con sus mejillas sonrojadas por la cercanía del azabache, no parece común que un humano podría tener el rostro tan rosa.

—No lo hice aproposito. Solo me enoje por la manera en la que nos trato, sucedió solo —susurro cubriendo con su diestra sus ojos que eran cubierto por sus anteojos, suspirando de manera pesada—. Aun me siento mal.

—No deberías, como lo has dicho, los trato mal. Merecía eso y más —Jisung no evitó en negar.

Todos quienes lo vieron decía que estuvo bien lo que hizo, pero él no se sentía bien sabiendo que hizo daño a alguien, sabiendo que era su primer mala acción con su telequinesis.
Si, la usaba para cosas tontas, cómo llevar la cuchara de comi a la boca mientras sus manos se mantenían ocupadas, traía las cosas que le faltaban. Peor, jamas habia hecho aquello...

—¿Puedes enseñarme? La telequinesis es uno de los poderes más raros aqui, los que lo tienen lo heredan, no parece que tú lo has heredado —Jisung alzó una ceja nuevamente—. No, no lo herede...Solo paso —susurro bajo, pero suficiente para que escuchara.

Minho iba a continuar hablando y saciando su curiosidad. Si no fuera porque el lindo pelirrojo que lo acompañaba el día ayer había aparecido de repente frente a la mesa, acomodando su cabello que se encontraba algo revuelto.

—Aqui estas, Lee Minho. La profesora Ha te ha estado buscando —Minho solto un ligero suspirando. Miro a Jisung que mantenía sus ojos lejos, evitando a toda costa sus propios ojos.

—Es una pena que tenga que irme. Espero volver a verte, Jisung fue un verdadero placer en conocerte —Se levantó del asiento al hablar, regalandole una última sonrisa al humano que cubrió sus mejillas sonrojada.

—Hasta luego, Minho. Fue un placer en conocerte y muchas gracias por las galletas —despidió del mayor antes de ser fuertemente arrastrado por el pelirrojo.

No tardó mucho cuando Felix llego con una bandeja, colocando su cuerpo frente a Jisung de manera interrogante.

—¿Ellos que querían contigo? ¿Por que te dieron esas galletas? —bombardeo con las preguntas, llenando de nervios al chico que no sabía cómo responder sin decir la verdad y que terminará regañado por el rubio.

—Cuando llegue changbin lo hablamos, se fue a buscar algo en la habitación. —Le entregó a Han un pequeño Lonche, sonriendo de manera amable hacia él.

—Come, no has comido nada desde ayer y esas galletas solo te van a provocar diabetes —Jisung resoplo.

—Pero ¡Son deliciosas! —Felix tomó el paquete para cerrarlo y colocarlo en la bandeja—. Come primero.



Bueno, MInho es el primero en acercarse a Jisung, pero él que se enamora primero es Jisung JAJAJAJAJJA         

Escuela ExtraordinariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora