𝗦𝗘𝗥𝗘𝗡𝗗𝗜𝗣𝗜𝗧𝗬 | ᴅʀᴀᴄᴏ ᴍᴀʟғᴏʏ's ғᴀɴғɪᴄ

¹| 𝕸𝖆𝖓𝖘𝖎𝖔́𝖓 𝕲𝖗𝖊𝖊𝖓𝖌𝖗𝖆𝖘𝖘 ɪ

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La casa de los Di Angelo se alza majestuosa en lo alto de un acantilado, con vistas al mar embravecido de Clifftop Road, Port Lachlan, Escocia.

Las olas rompen contra las rocas, y el viento barre la costa, llevando consigo el aroma a sal y algas. Las gaviotas graznan en el cielo, y las brumas danzan sobre las colinas verdes.

Anneliese, la única hija de los Di Angelo, ha regresado a su hogar para las vacaciones. Los días en la Torre Di Angelo transcurren en una rutina tranquila: Por las mañanas, Anneliese se despierta con el canto de los zorzales y el olor a porridge caliente. Su madre, le sirve el desayuno en la cocina de madera oscura. Y a veces, le cuenta historias de antiguos clanes y criaturas mágicas que habitan en los bosques cercanos.

El clima escocés es impredecible. Un día, el sol brilla con intensidad, y al siguiente, las nubes grises se ciernen sobre el horizonte. Pero eso no le importa a Anneliese. Le encanta la sensación de la lluvia en su piel, la frescura del aire marino. Y cuando la tormenta arrecia, se refugia junto a la chimenea, leyendo libros antiguos sobre hechizos olvidados.

Ezra Haywood, la visita a menudo. Sus padres lo invitan a casa, creyendo en los escritos ancestrales que afirman que como es el alma gemela de Anneliese, no es conveniente que estén separados mucho tiempo. Sin embargo, a Anneliese parece incomodarle un poco esa situación.

Aún así, el mayor de los Haywood trata de ver en Anneliese una amiga más, evitando insinuaciones amorosas que obviamente no sentía. No menciona nada, ni la profecía, ni el Lago de Beaux, ni siquiera mencionan a Draco. Es un tema prohibido.

El sol se filtra a través de las cortinas de encaje, pintando de dorado el suelo de la habitación de Anneliese. La joven bruja se encuentra frente al espejo, ajustando los pliegues de su vestido de seda azul marino. La tela se desliza suavemente sobre su piel, y el collar de perlas que su madre le regaló para su cumpleaños brilla alrededor de su cuello.

La fiesta de familias élite-sangre pura está a punto de comenzar en la mansión de los Greengrass, una de las familias más antiguas y respetadas de la comunidad mágica. Anneliese no se siente del todo bien. El ambiente de estas reuniones siempre le ha parecido un poco opresivo. Las conversaciones sobre linajes, títulos y alianzas matrimoniales la abruman. Pero sus padres insistieron en ir, y ella no quiere decepcionarlos.

Justo cuando está a punto de aplicarse un poco de rubor en las mejillas, la puerta se entreabre. Su padre, un hombre alto y apacible con cabello oscuro, le enseña una sonrisa

-¿Lista para la gran fiesta, mi querida Annie? -dice con una sonrisa.

Anneliese se gira hacia él y fuerza una sonrisa.

-Supongo que sí, papá -responde, mirando sus propios ojos en el espejo-. Pero no puedo evitar sentirme un poco fuera de lugar.

Su padre se acerca y le da una palmadita en el hombro.

-Por supuesto, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que fuiste a una de estas fiestas. Pero cuando estés allá te sentirás cómoda de nuevo, ya verás. -la animó, dejando un pequeño beso en su cabeza- Pero apresúrate, querida. Ezra llegará en cualquier momento.

Aunque intenta mantener la compostura, la incomodidad persiste. No esperaba que Ezra Haywood se uniera a ellos en la fiesta de los Greengrass.

-¿Ezra? -pregunta Anneliese, sorprendida-. ¿Por qué vendría con nosotros?

-El chico es amable, y es un caballero. Además, como alma gemela tuya, Ezra tiene un lugar en nuestra casa. Pero entiendo que no te sientas del todo cómoda. La profecía y todo lo que ha sucedido... es complicado.