Harry Potter y el amigo inesperado

Capítulo 8: La Cámara de los Secretos

A/N: Una línea en negrita sin comillas es algo escrito. Gracias a Shygui por ayudar a mejorar esta historia y gracias por todos los que leen y revisan especialmente. Como puede ver en el título del capítulo, las cosas están a punto de ponerse interesantes.

La magia es creer en ti mismo, si puedes hacer eso, puedes hacer que algo suceda. - Johann Wolfgang von Goethe

Resultó ser Hermione quien lo salpicó con preguntas sobre su ropa nueva. El prat de Longbottom simplemente disfrutó del espectáculo cuando Harry se sintió algo avergonzado. Sin embargo, fue Neville quien pudo identificar la tela como seda de Acromantula; Harry no tenía idea de lo que era, pero Ron estaba muy sometido al descubrir lo que Harry llevaba puesto. Harry miró la mesa de Slytherin un par de veces, pero Daphne estaba mirando fijamente su cena mientras Tracey era la que parecía divertirse.

Harry había estado tan absorto en lo que estaba sucediendo a su alrededor que se había perdido el hecho de que Dumbledore no estaba presente en el gran salón. Eso se hizo evidente para él cuando el hombre mismo entró en el pasillo y el murmullo resultante había llamado su atención. Lo que le molestó aún más fue que Lucius Malfoy había entrado con él, aunque se quedó junto a las puertas. Fue su sonrisa satisfecha la que hizo que un escalofrío bajara por la columna vertebral de Harry.

Miró a la mesa de Slytherin para ver a Daphne mirando a Lucius Malfoy y luego volviéndose para mirar a Draco que estaba proclamando algo a los que lo rodeaban. Había seguido su mirada y cuando volvió a mirar a Daphne, ella lo estaba mirando muy solemnemente. Solo sabía que esto iba a ser malo. Se volvió hacia la mesa delantera donde Dumbledore estaba en su lugar habitual, esperando que todos se callaran, lo que finalmente hicieron.

"Tengo dos anuncios." Dumbledore hizo una pausa cuando estallaron algunos susurros, pero cesaron rápidamente. "Primero, nuestro guardabosques Rubeus Hagrid será inevitablemente detenido por un tiempo." Hubo una pequeña perturbación en la mesa de Slytherin, donde Draco parecía presumido. "En segundo lugar, la Junta de Gobernadores parece estar disgustada con la forma en que he manejado esta situación y he considerado conveniente suspenderme. La directora adjunta McGonagall estará a cargo durante mi ausencia."

Eso tuvo una reacción y Harry levantó la voz en desacuerdo asombrado como muchos otros. Esto tardó un poco más en desaparecer y Dumbledore incluso tuvo que usar su varita para crear un fuerte sonido de craqueo para recuperar la atención de todos.

"No lo haré verdaderamente he dejado esta escuela siempre y cuando haya algo leal a mí. También encontrarás que la ayuda siempre se dará en Hogwarts a aquellos que la pidan."

Harry podría jurar que Dumbledore lo estaba mirando directamente cuando dijo esa última oración. Una sensación de presentimiento se apoderó de él. ¿Fue una especie de prueba para él otra vez?

"Eso es todo."

Dumbledore luego regresó del gran salón y Lucius Malfoy lo siguió. Harry escuchó a Draco decir algo antes de que comenzara un bullicio general y ya era difícil escuchar algo. Los adultos en su vida a menudo habían decepcionado a Harry, pero ahora estaba realmente disgustado con quien estuviera en la Junta de Gobernadores. Ya sabía quién era el presidente y su opinión sobre ese hombre no podía bajar.

De repente notó que su bolsillo se estaba calentando y sacó el pergamino para leerlo.

Lo siento, estaba equivocado.

Harry suspiró, no podía dejar que se culpara a sí misma.

No es tu culpa. Nadie podía ver venir esto. Hablaremos mañana. Debería tener la habitación a las 7:30.