Prólogo.

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Ella se encontraba inmóvil, con las manos esposadas sobre la mesa, mientras el silencio sepulcral llenaba la sala, creando una atmósfera tensa y agobiante. El temor la invadía ante lo que vendría a continuación; su destino pendía de un hilo, en manos de otros.

El jurado ha tomado su decisión —anunció el juez tras una larga deliberación—. Considerando los testimonios y pruebas presentadas en este caso...

En su mente, solo resonaba una pregunta: ¿cómo había llegado a esa situación? Sabía que había actuado, pero consideraba injusto cualquier castigo. Su única motivación había sido proteger a quien amaba, nada más.

Sus manos temblaban en desasosiego mientras dirigía una mirada triste hacia su hermana Coral y su padre Mario, los tres esperando el veredicto del juez y los jurados.

La señorita Aslhy López Mejía, de 19 años, es hallada culpable del delito de intento de homicidio y es condenada a 12 años de prisión en el reclusorio El Buen Pastor —sentenció el juez, su voz firme y definitiva.

El mundo de Ashly se desmoronó al escuchar el golpe del martillo del juez que sellaba su destino.

¡No! —gritó, negándose a moverse y con lágrimas brotando de sus ojos, mientras los oficiales la retenían con fuerza— ¡Por favor, deben creerme! ¡Les estoy diciendo la verdad!

Pero sus súplicas caían en saco roto; nadie le creía. Los únicos que confiaban en ella eran su padre y su hermana mayor, quienes prometían luchar por su libertad.

¡Coral! ¡Papá!

Tranquila, mi pequeña, todo estará bien. Haré lo que sea necesario para sacarte de aquí —aseguró su padre, con la tristeza carcomiéndolo—. Confía en mí, cariño... todo saldrá bien.

La mirada desolada de Ashly se cruzó con la de Karina, su todo, el amor de su vida. A pesar de la situación, seguía amándola sin comprender sus acciones.

—Karina, por favor, cuenta la verdad —insistió Ashly antes de que la llevaran fuera de la sala—. Necesitas decirles por qué lo hice, tú sabes lo que pasó —dirigió una última mirada llena de súplica y dolor— ¡No dejes que me encierren, por favor!

Sin embargo, Karina bajó la mirada avergonzada. La mentira que había tejido para no decepcionar a sus padres se convirtió en un tormento para la persona a la que había jurado amor, dándole la espalda en su momento de necesidad.

La verdad se perdía entre las sombras, dejando a Ashly desamparada en su encierro.

Ashly se resistía a aceptar que la chica a la que consideraba el amor de su vida sería capaz de causarle tanto daño. Traicionarla ante el juez, los jurados y su propia familia para condenarla a años tras las rejas era algo inimaginable para ella.

En el rostro de Karina se podía ver la solución para evitar que Ashly fuera encarcelada, pero ella se mantuvo en silencio a causa del miedo.

Te amo, Karina —susurró Ashly con el corazón destrozado, justo antes de que la sacaran de la sala.

Ashly sabía que nunca albergaría odio hacia su pequeña rosa. A pesar de tener el corazón hecho pedazos, seguía amándola con cada fragmento. Creía que no podría amar a nadie más, hasta que surgió otra rosa en su jardín.

En una celda, se encontraría con una mujer de personalidad arrolladora... una mujer capaz de reclamar su atención cuando quisiera.

—López, ella será tu compañera de celda —anunció el guardia—, Victoria.

La puerta se cerró de golpe justo después de que Victoria entrara en total silencio. Aunque ninguna de las dos se dirigió la mirada, pronto descubrirían que era imposible apartar los ojos la una de la otra, a pesar de que Ashly aún amaba a Karina.

Así nace este triangulo amoroso ❤️🏳️‍🌈

Begging For Love (chicaxchica) ⏸️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora