Capítulo IV

267 42 22
                                    

IV. 1
La segunda tragedia del Chiron.

—Bueno, parece que la otra pelinegra arruinó tus planes —dijo Valentino en un tono un poco burlesco—, ni siquiera diste con el nombre de la pelirroja.

—Valentino, ¿crees que no la voy a volver a ver? —preguntó con una ceja arqueada— Las pelirrojas con pecas y de ojos azules no son comunes aquí. Además, está muy buena como para que yo me rinda tan fácilmente.

—Bueno, tienes razón… si me gustaran las mujeres, ella sería un objetivo. Pero —agregó mientras terminaba de arreglarse—, creo que tiene novia, además, es obvio que trabaja de sirvienta en esa casa y tú odias relacionarte con cualquier trabajador.

—Valentino, es pelirroja —respondió con una sonrisa—. He estado con una rubia, una pelinegra y una chica de cabello café pero no una pelirroja.

—Vicky, calma el útero y controla tus ovarios, por favor. Deja de enfocarte solo en eso y enfócate en el corazón.

—No genera placer.

—¿Vas a meterte en una relación? Eres una rompe hogares.

—Probablemente haga que terminen primero —contestó con una sonrisa mientras se recogía el cabello—, tengo el presentimiento de que esa relación es muy oculta y complicada. No va a durar.

Valentino suspiró ante la actitud de Victoria, a quien al parecer no parecía importarle absolutamente nada. Porque no le importaba Karina en lo absoluto, ni lo que pudiera sentir… a ella solo le interesaba su beneficio y deseo.

—¿Vas a competir o estás castigada? —preguntó Valentino cambiando de tema.

—A mí nunca me han castigado y no, es tu cumpleaños, podemos hacer otra cosa.

—Dante le ha dicho a todos que no lo vas a hacer porque tienes miedo…

—¿Me llamó cobarde? —dijo volviéndose indignada— ¿Me dijo cobarde?

—Sí, pero vamos, hagamos otra cosa.

—¡Ninguna otra cosa! Tengo algo pequeño que mostrarle a mi ayudante.

No hay nada peor que Victoria se sienta retada por alguien, esa es la razón por la que ella suele hacer más idioteces. Cosas como las carreras y las apuestas ilegales eran cosas que ya la han metido en problemas, pero a ella no le importa porque nunca ha sido castigada.

Así que aquí está de nuevo, casi a media noche en una autopista llena de jóvenes ricos e irresponsables simplemente para demostrarle a alguien que no es una cobarde.

Dante era el mismo chico que varias veces ha intentado conquistarla, como si no notara que ambos jalan para el mismo lado.

—¡Hoy voy a ganar la carrera fácilmente! —exclamó confiado— Mi auto es imbatible en la pista.

Sin embargo, se retractaría de sus palabras cuánto entró en escena un auto de color negro y azul, provocando asombro en todos los presentes, incluido el chico competidor.

—¿Por qué nos miran así? —preguntó Valentino, desconcertado.

—Porque voy a competir con un Bugatti Chiron —respondió Victoria con una sonrisa soberbia.

—Soy pobre, Vicky, no entiendo el término Chiron. Aunque por tu expresión, la de los demás, el aroma del auto y el simple término Bugatti ya sé que ni trabajando toda mi vida podría comprarme uno.

—No con un salario mínimo —respondió antes de colocarse unos lentes oscuros—, así viajarías toda tu vida en transporte público. No, qué horror.

Begging For Love (chicaxchica) ⏸️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora