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La misma respuesta de siempre: "te vamos a llamar para ver si pasaste a la siguiente fase".

Hanni lo veía venir, tampoco se sorprendió mucho, pero esta vez quería que realmente la llamasen para aceptarla. Parecía un reality show con eso de las "fases", pero no le molestaba causar algo de tensión en sus presentaciones. O tal vez sí era una mala forma de vivir los siguientes días.

Al final terminó hablando un poco más con Doyoung. Él le contó que venía desde Busan porque fracasó allí y Geoje tenía más disponibilidad que cualquier otra empresa, por lo que ingresó enseguida lo aceptaron. Era más aficionado del baile que del canto, estaba tomándose un año sabático y era dos años menor que Hanni. Ahí fue cuando se sintió vieja, así como Minji.

Pasaron dos horas y entonces las audiciones entre esos quince participantes, acabó; todos se fueron con la misma respuesta y la ansiedad carcomiendo sus pensamientos en vida, pero solo quedaba esperar.

Hanni se despidió de la señorita Yangmi, de Felix y de Doyoung. Salió de las últimas porque nunca le gustó estar de las primeras o en medio de todo, así que fue cómodo su regreso al auto.

Minji aún estaba allí, sentada en el asiento mientras meneaba la cabeza rítmicamente. Quizás estaba escuchando música y eso le subía un poco el ánimo. Aunque no estaba desganada, simplemente era preocupación.

En vez de avanzar, se quedó allí mirándola y Minji fue girando lentamente hasta que se percató de la presencia afuera, la cual se reía de ella burlescamente.

La vio apagar la música y entonces Hanni corrió hacia ella.

—¿Y-Ya terminaste? —carraspeó sonrojada, y le bajó el volumen a You Belong With Me de Taylor Swift.

—Me gusta esa canción —comentó. —¡Súbele! Te invitaré a comer y beber algo, ¡lista para festejar!

Hanni rodeó el auto y abrió la puerta del copiloto. Echó la guitarra primero y luego se sentó ella, emocionada.

—¿Quedaste? —preguntó Minji.

—No, nos tienen que llamar para darnos la respuesta, pero quiero compensar todo lo que has hecho por mí en tan poco tiempo —sonrió —. ¿Podemos ir a un cajero para sacar dinero? Ya que eres la dueña de mi cuenta.

—Mmmh, soy como tu guardaespaldas —se burló. —Pero sabes, me convenciste con ir a comer y beber. Necesito algo así desde que me expulsaron del equipo de voleibol.

Ouh... —Hanni hizo un puchero —, ¿aún no consigues entrar a otro equipo?

—No, pero estoy buscando —suspiró. —Dime a dónde quieres llevarme a comer.

Tendría lógica que ella escogiera el lugar, pero Hanni no conocía Geoje y ni tenía ni idea de alguna recomendación buena para una noche de comida y tragó que fuese divertida y deliciosa al mismo tiempo.

—No conozco la ciudad, así que no puedo decir nada —murmuró.

—Lo suponía —Minji volteó a mirarla antes de partir en el auto —. Es por eso que yo escogeré el sitio en donde comeremos.

—Bueno, es justo, te invitaré a ti —Hanni sonrió. —Sorpréndenos, Kim Minji.

—Por supuesto. Este lugar es un clásico en Geoje.

Finalmente, el auto empezó a andar. Hanni tuvo la bella oportunidad de quedar encantada por la vista nocturna de la ciudad y lo colorido que era cada rincón del espacio. La gente se paseaba libremente, se veía demasiado turístico. Había discos que indicaban sus nombres con luces neón, puestos de artesanía y simples cachivaches que quizás la gente coleccionaba. Por supuesto que la comida no faltaba y la variedad era inmensa, Hanni ni siquiera podía imaginar una sola opción por la que Minji se decidiría.

ikigai | bbangsazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora