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Minji no había alcanzado a hablar con Hanni aquel fin de semana. Luego de que la fue a dejar a su futuro lugar de trabajo, regresó al departamento porque tenía ciertas cosas que hacer para la universidad y claramente invertiría su sábado en ello. La semana probablemente se llenaría de entrenamientos para los futuros partidos y el equipo ya tenía que estar formándose establemente.

El proyecto de hacer un ensayo de demanda fue algo que a Minji le carcomió la cabeza. No era algo demasiado difícil a comparación de muchas otras cosas que hizo antes, pero su mente estaba en otro lado y la concentración era nula. Tenía ganas de jugar voleibol, pero pensaba en todos sus errores y eso la hacía sentir inseguridad. Todos los pensamientos malos decaían allí mientras hacía algo que no tenía relación en absoluto con el deporte.

Decidió darse un descanso de cinco minutos antes de continuar y fue a hacerse un café que la ayudaría a mantenerse despierta y saciar su apetito.

Sin embargo, las cosas se volvieron un poco peores para su mente cuando un mensaje llegó a su teléfono. Lo miró y le dio un sorbo a su café ya hecho antes de revisar lo que decía. Para su sorpresa se trataba del grupo familiar que tenían hace años con sus padres y su hermano. No fue extraño, lo que le llamó la atención fue la longitud de ese mensaje.

Confundida, Minji abrió el chat y empezó a leer el sermón de Minjun. Era tan extenso como una carta de divorcio y en un principio no entendía muy bien a qué se referían esas palabras tan sinceras de su hermano mayor y porque todo parecía ser tan sentimental... hasta que llegó a la última parte.

Por supuesto que ameritaba el sentimentalismo que expresaban las primeras palabras del mensaje.

Minjun se casaba en agosto.

Digamos que Minji sintió algo muy parecido a cuando supo que Dua Lipa haría un concierto en Corea, pero al que no pudo asistir por no tener dinero suficiente y comprar entradas. Algo así como... tristeza y un vacío profundo.

¿Cómo era posible que Minjun se fuera a casar? Claro, nada tenía demasiada ciencia y Minji sabía que su hermano mantenía una relación importante de años con su actual pareja, ambos vivían juntos en Seúl, pero... la idea de un casamiento se seguía viendo tan lejana según Minji. Asimilar ese salto de episodios en su vida era un golpe de realidad bastante fuerte y le hacía sentir que el tiempo pasaba demasiado rápido, dejándola un poco atrás.

Las palabras de Haerin llegaron a sus recuerdos y entonces el concepto de "sentir" la invadió fuertemente.

No, Minji no se sentía bien y el matrimonio de su hermano le golpeó en las costillas.

Dejó la taza a un lado y guardó el teléfono.

Era extraño ser grande, vivir sola y tener una "vida" independiente para seguir sintiéndose como una mujer que aún no había hecho ni la mitad de cosas que debía hacer a su edad. Minji aún no había conseguido un trabajo y como apoyo solamente recibía una mesada por parte de sus padres que le alcanzaba para sus consumos básicos, sumando a eso sus ahorros de juventud. Fuera de ello, Minji dependía aún de su familia, seguía estudiando y vivía básicamente por el voleibol, sin pensar en más.

Tal vez era momento de hacer algo al respecto.

Porque, en primer lugar, se rehusaba a asistir a una boda completamente sola. Y en segundo lugar; tenía que hacerse respetar como adulta. Minji no podía ver a todos sus familiares estando soltera y diciéndoles que su vida se basaba en el voleibol. Eso podía ser algo vergonzoso y no le enorgullecía tanto, más aún con su escasez de talento.

Regresó a la sala, se sentó en el sofá y suspiró con fuerza acariciando su rostro con fuerza. Ahora sí que no sabía que hacer, y como se deprimía con facilidad, ese sábado se acostó temprano a llorar para después dormir.

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⏰ Última actualización: Jun 20 ⏰

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