XVIII

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Yeosang siempre había sido un alma sensible, por lo que agradecía en gran manera el hecho de tener a Jongho a su lado en momentos difíciles. Las palabras de este siempre estaban ahí para animarlo y apoyarlo. Lo hacían sentir bien, casi tanto como las fuertes manos que en ese momento se encontraban sujetándolo con fuerza de la cintura, mientras era embestido  con fuerza.

Yeosang ya no tenía fuerzas para sostenerse sobre sus extremidades, era el castaño quien mantenía con su agarre su cadera levantada, mientras el azabache gemía una y otra vez.

—¿Estás bien?— preguntó Jongho, un poco preocupado por ver algo débil a Yeosang.

—S-Si. Continúa.— ordenó el mayor.

El castaño salió del interior de Yeosang y lo giró para recostarlo sobre la cama. Admiró por un momento su suave piel blanca teñida en ciertas partes por un tono carmín, sus labios ligeramente inflamados después de haberlos besado demasiado y algunas finas hebras de su larga cabellera negra pegadas a su piel por una fina capa de sudor. Su cuerpo entero era una preciosa obra de arte y estaba a su completa disposición.

Jongho se inclinó para besar con ternura las mejillas sonrojadas de Yeosang, intentando compensar el vacío y la tristeza que este sentía, tratando con todas sus fuerzas hacerle olvidar cada trágico incidente que pudiese abrumar su mente.

Yeosang paseó sus manos por la ancha espalda del castaño, hasta llegar a la parte baja, atrayéndolo hacia él, invitándole a invadir nuevamente su cuerpo, invitación que el otro aceptó sin dudar, introduciendo su miembro en el mayor, quien soltó un agudo gemido y se aferró con las uñas a aquella musculosa espalda, dejando grandes marcas en toda su extensión. Jongho comenzó a embestir lentamente, pero lo hacía con fuerza, dejando que el azabache sintiera un vacío cuando salía y que temblara del placer cuando volvía a entrar. Lo estaba torturando. El menor adoraba ver pequeñas lágrimas escapar de aquellos hermosos ojos debido al placer que desbordaba su cuerpo, así como aquellos deliciosos labios abiertos constantememte soltando ruidos obscenos sin parar. Continuando con el tormento, el castaño tomó con su mano izquierda el miembro de Yeosang y comenzó a hacer vaivenes aleatorios mientras sus caderas lo embestían cada vez más rápido y más fuerte, logrando su propósito, dejando al mayor borde del éxtasis

Yeosang estaba perdido en un delirio de placer, en el que sentía que su cuerpo se podría deshacer en cualquier momento.

Enmedio de su mirada borrosa por las pequeñas lágrimas que se agrupaban en sus ojos, podía ver el rostro de Jongho, cuya expresión no era la tierna y habitual que tenía con él, sino que lo miraba con deseo, mientras mordía su labio inferior de vez en cuando, como si de una bestia a punto de devorar a su presa se tratara. Recorría cada parte de su cuerpo con sus enormes manos y volvía a embestir haciendo gritar al mayor.

—Jongho... por favor... dame un momento.— dijo el azabache con dificultad enmedio de varios jadeos.

El menor detuvo sus movimientos. —Si eso es lo que quieres...— Respondió, manteniendo su miembro adentro, se inclinó hacia el pecho de Yeosang y comenzó a besar, a lamer y a jugar con sus pezones, logrando que el mayor gimiera de nuevo por lo sensible que se encontraba. Su espalda se arqueaba, por lo tanto, su cadera se movía, sintiendo nuevamente placer en su interior.

Jongho se entusiasmó aún más al sentir como el mayor ansiaba sentir sus movimientos. Comenzó a torturarle nuevamente moviendo su cadera despacio, mientras seguía deleitándose con los suaves pectorales de Yeosang, quien, en un arrebato de lujuria no lo permitió más. Se levantó con fuerza, tomando por sorpresa al castaño, logrando tirarlo sobre la cama.

—¿Qué estás haciendo?— preguntó sorprendido el menor.

Yeosang se inclinó hacia su oído —Quiero que veas lo que se siente.— susurró y besó sus labios salvajemente, demandando el ritmo. Levantó su cadera y con ayuda de una de sus manos se introdujo más profundo que nunca el miembro del menor. Estremeciendose por el  cálido roce en su interior, ahogó un gemido buscando encararlo. Comenzó a mover su cadera rápidamente, buscando enloquecer a Jongho de placer y bajando el ritmo cuando este parecía estar a punto de correrse.

Una, dos, tres veces. El azabache estaba disfrutando de forma inimaginable el tener control total sobre Jongho. Se detuvo un momento para besar sus labios y acariciar su rostro, también aprovechó para recuperar un poco el aliento, pues llevaban demasiado tiempo ya en esa cama, tanto, que la noche apenas les permitía distinguir el rostro del otro.

—¿Estás cansado?— preguntó Jongho un poco preocupado.

El mayor negó con la cabeza, para después dejar un beso sobre la frente del otro.

El castaño miraba a Yeosang con atención. Para él era precioso cada momento que pasaban juntos, le hacía sentir una calidez en el pecho qué jamás había experimentado con ninguna otra persona. Mientras apreciaba la delicada belleza del otro, disfrutaba recorrer con sus manos la suave piel de su cintura.

Finalmente el castaño retomó el control del acto, esta vez con movimientos suaves y delicados, aunque igualmente placenteros, tanto, que no tardaron demasiado en llegar al éxtasis, acompañado un sinfín de besos y un desfile interminable de caricias.

Despues de varios minutos, ya habiendo recuperado un poco el aliento, Jongho acariciaba el cabello de Yeosang y cada tanto dejaba pequeños besos en su frente. No estaba pensando en nada, simplemente sentía la dicha invadir su cuerpo cada vez que respiraba. Estaba tranquilo, sereno, observando al otro con ternura. No había más que felicidad en su corazón, calma y unas inmensas ganas de que el tiempo se detuviera para siempre y así poder vivir eternamente en ese maravilloso momento. Sentía felicidad absoluta.

Jongho amaba la manera en la que se sentía cuando estaba con Yeosang.

Jongho amaba las conversaciones con Yeosang.

Jongho amaba acariciar la piel de Yeosang.

Jongho amaba los ojos de Yeosang.

Jongho amaba la voz de Yeosang.

Jongho amaba a Yeosang.

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Volví.
Lamento que tarden tanto los capítulos, pero juro que no voy a abandonar esta historia.

PD. Si hay aquí fans de eyesmeddows, vayan a darle cariñitos no lo ha estado pasando muy bien :(

Still Here - JongSangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora