PRÓLOGO

5 1 0
                                    

“Puedes ver el cielo cuando la luna da su alta luz, es tan brillante y bonita, como tú.”

Sus palabras quedaron grabadas en mi cabeza, fueron como la llave que abrió mi caja de pandora, y ahora era demasiado tarde.

—Apareces, pero no me dices nada, solo me observas, tú quieres matarme, me miras con ojos de psicopata.

No pude evitar curvar mis labios ligeramente hacia arriba mientras sorbia un poco de mi café americano, sus palabras me habían endulzado el oído.

Porque en este mundo lleno de simples y comunes humanos, él era mi hermosa peonia, él era mi única debilidad, mi obsesión. ¿Cómo podría decirle que, si no estaba conmigo el resto de su vida, no estaría con nadie más?

Mi pequeña y hermosa peonia carmesí, ¿Cómo hacerte entender que eres todo lo que necesito y yo soy todo lo que necesitas? Que nacimos para ser del otro, que nuestros caminos no se cruzaron por azar, que el destino ya lo tenía todo planeado, ¿Cómo hacerte entender que si me pides que te entregue mi corazón, me lo arrancaría sin dudarlo? Porque mi pequeña flor bañada en mi sangre, por ti vivo, por ti mato y por ti muero.

Entre Peonias Carmesí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora