18 En otra realidad

6 3 0
                                    

En una conferencia de física teórica, los doctores en física teórica Natalia y Nicolás realizaron un estudio teórico que afirmaba que la teoría del viaje en el tiempo es un concepto fascinante. Según la física teórica, el viaje en el tiempo podría ser posible en teoría, aunque actualmente no se ha demostrado experimentalmente. Algunas de las teorías más conocidas incluyen la relatividad general de Einstein, los agujeros de gusano, la paradoja del abuelo, la mecánica cuántica y la teoría de las puertas traseras. Sin embargo, el viaje en el tiempo plantea muchos problemas lógicos y paradojas, lo que lleva a un intenso debate sobre su viabilidad y las posibles implicaciones éticas y filosóficas. Después de la conferencia, unos tipos se acercan a Natalia y Nicolás. Creían que serían unos fans, pero resultan ser los doctores de física teórica del momento, conocidos por su programa de televisión sobre ciencia para niños y adolescentes, lo que los hace muy mediáticos. Uno de los tipos les comenta:
— ¿Me podrían ayudar en una cosa de ciencias? — dijo este tipo muy amable y con tono amable.
— Sí, claro — dijo Natalia.

El tipo le entrega una hoja que sacó de una carpeta roja a Natalia. Ella comienza a leerla y luego se la pasa a Nicolás, comentando:
— No es posible, eso está mal, ¿no, Nicolás?
— Según lo que pone aquí, es posible teóricamente, pero es solo una teoría sin más. Nada importante — dijo Nicolás seguro de sí mismo.

— ¿Y si os dijera que todo es real?
— Sí, claro — dijo Nicolás riéndose.
— Vale, si queréis verlo, venid con nosotros y os mostraremos más.

— Ahora tenemos que recoger todos los artefactos que usamos en la conferencia. — El hombre chasquea los dedos y otro hombre trae una tablet.
— Tenéis que ver este vídeo.

Después de ver el vídeo varias veces, Nicolás y Natalia no daban crédito y decidieron acompañar a esos caballeros.

— Hola, me llamo Cristian. Me manda mi jefe, el señor King de Industria King, para llevaros a sus oficinas. Una vez allí, el señor King os recibirá, os informará de todo lo que visteis en el vídeo y más también. Después, bajarán a ver sus laboratorios.
— Das por hecho que trabajaremos para el señor King — dijo Natalia molesta.
— Cuando os enseñe lo que tiene guardado para vosotros, diréis que sí, sin rechistar.

Fueron hasta el aeropuerto, de allí tomaron un avión que se dirigió a una península que no aparecía en los mapas, y desde allí cogieron un helicóptero hacia una isla. El helicóptero aterrizó en una montaña. Bajamos del helicóptero y nos dirigimos hacia una puerta de hierro macizo de 60 cm de grosor y revestimiento de una resina especial, capaz de resistir explosiones atómicas e incluso nucleares. La puerta se abrió y entramos en la sala de reuniones. Una vez dentro, Natalia y Nicolás esperaron solos, los minutos se hicieron eternos. Entra en la sala el señor King y una mujer.

— Hola, ¿cómo fue el viaje? — dijo King.
— Bien, bien — Nicolás se quedó mirando a King como si le hablara su abuelo.
— Os presento a mi mano derecha, Sabela. Ella os contará todo lo que tenéis que saber. Sin más dilación, me voy a una reunión de negocios, el deber me llama — dijo King con una gran sonrisa en la cara.
— Hola, mirad esto.
Puso varios vídeos de cámaras de seguridad de comercios y de la calle.
— Entonces, ¿las puertas traseras existen, no? — dijo Natalia asombrada.
— Sí, pero aún no sabemos por qué algunas personas las experimentan.
Hubo un silencio de varios segundos y Sabela prosiguió hablando.

— Un físico teórico como nosotros podría comprender las puertas traseras como dispositivos hipotéticos que permiten el viaje en el tiempo y, en algunos casos, el acceso a multiversos. Estas puertas traseras podrían considerarse como atajos en el espacio-tiempo, posiblemente relacionados con fenómenos como los agujeros de gusano o la manipulación de la estructura misma del universo a nivel cuántico. Sin embargo, para un físico teórico, la viabilidad y las implicaciones de tales dispositivos requerirían un análisis detallado y riguroso en el marco de las teorías físicas actuales, como la relatividad general y la mecánica cuántica. Además, explorar la posibilidad de acceder a multiversos plantearía preguntas profundas sobre la naturaleza de la realidad y la interpretación de la física cuántica en un contexto de múltiples universos.

— Nosotros tenemos una teoría sobre a qué personas se les aparecen las puertas traseras — dijo Nicolás.

— Tengo ganas de escucharla — dijo Sabela con expectación e impaciencia.

— Según la especulación, la aparición de las "puertas traseras" para algunas personas podría atribuirse a fenómenos relacionados con la mecánica cuántica o la teoría de la relatividad. Desde la perspectiva de la mecánica cuántica, las fluctuaciones cuánticas en el tejido del espacio-tiempo podrían dar lugar a anomalías temporales localizadas, que se manifiestan como "puertas traseras". Estas fluctuaciones podrían ser extremadamente raras y aleatorias, explicando por qué solo algunas personas las experimentan. Desde la perspectiva de la relatividad general de Einstein, las distorsiones en el espacio-tiempo causadas por objetos masivos o energía concentrada podrían crear curvaturas que permiten trayectorias de tiempo cerradas, es decir, caminos que vuelven al mismo punto en el tiempo pero en diferentes momentos. Si estas curvaturas son lo suficientemente fuertes, podrían crear puntos de acceso a través del tiempo, que podrían ser percibidos como "puertas traseras" por ciertas personas que están en las proximidades. — dijo Natalia, segura de sí misma.

Sabela se quedó mirándola con admiración. Durante el siguiente minuto, hubo un silencio inesperado para tres mentes brillantes como las suyas.

— Solo tenemos que encontrar a una persona que pueda verlas — dijo Sabela.
— ¿Y si creamos un artilugio que pueda detectar alguna puerta próxima a tu ubicación? Somos las tres mentes más brillantes aquí, ¿no? — sugirió Natalia.
— Síganme — dijo Sabela.

Bajaron al laboratorio, donde Sabela les hizo un recorrido rápido por todo el recinto. Una vez finalizada la visita, se pusieron manos a la obra.

— Tenemos que pensar en el tamaño. No demasiado grande, o llamaría mucho la atención, pero tampoco demasiado pequeño, o se perdería — dijo Sabela.

— Pues hay que tomar en cuenta la creación de un dispositivo que pueda detectar la presencia de estas "puertas traseras". 1. Sensores de anomalías espacio-temporales: Desarrollar sensores altamente sensibles que puedan detectar anomalías en el tejido del espacio-tiempo. Estos sensores podrían basarse en tecnologías que detecten fluctuaciones cuánticas o cambios en las propiedades gravitacionales locales. 2. Medición de campos energéticos: Diseñar instrumentos capaces de medir cambios en los campos energéticos circundantes. Las "puertas traseras" podrían generar campos energéticos distintivos que podrían ser detectados por dispositivos sensibles. 3. Tecnologías de detección de curvatura del espacio-tiempo: Crear dispositivos que puedan medir cambios en la curvatura del espacio-tiempo en regiones específicas. Estos dispositivos podrían estar basados en principios de la relatividad general de Einstein y podrían detectar distorsiones que indiquen la presencia de una posible puerta trasera. 4. Redes de detección distribuida: Establecer una red de dispositivos interconectados distribuidos en diferentes ubicaciones para aumentar las posibilidades de detectar una puerta trasera. Esta red podría utilizar comunicación inalámbrica para compartir datos y coordinar la detección. 5. Algoritmos de análisis de datos: Desarrollar algoritmos avanzados de análisis de datos para procesar la información recopilada por los dispositivos de detección. Estos algoritmos podrían identificar patrones o anomalías que indiquen la presencia de una puerta trasera.

Sabela y Natalia se miran y luego miran a Nicolás.

— Y parecía tonto cuando lo compramos — dijo Natalia irónicamente.

Se escucha una carcajada de Sabela, e inmediatamente después se ríen los tres a la vez. Después de horas en el laboratorio, ese día se dieron cuenta de que trabajando en equipo pueden lograrlo más rápido. Al día siguiente, Sabela llegó antes al laboratorio. Una hora después bajarían Natalia y Nicolás.

— ¿No pudiste dormir, verdad? — preguntó Natalia a Sabela.

— No mucho, después de la emoción de ayer — respondió Sabela.

— Normal, ayer fue épico — dijo Nicolás.

Después de darle muchas vueltas, llegaron a la conclusión de que harían tres dispositivos: uno similar a un móvil para pasar desapercibido, otro como un reloj de muñeca estilo Rolex y el tercero como un anillo, que sería más complejo de hacer debido a sus dimensiones. De repente, el señor King aparece por el laboratorio sin previo aviso para saber cómo van los avances. Manda una reunión de urgencia para que le expliquen los avances realizados.

— Hola, señor King — dijo Sabela un poco nerviosa.

Puertas Traseras  #CheyllsAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora