Guerra de egos

Capítulo 13

Pov Mason:

Dirijo la mirada en dirección a Olivia pasados un par de minutos. Lo lleva mal. Incluso peor que yo. Sus pequeñas manos agarran cada centímetro de cuerda con esfuerzo. Su cara está completamente roja debido al sol que calienta con fuerza sobre nosotros. Parece que se va a rendir en cualquier momento, y me preocupa que caiga en modo croqueta, derribandome por el camino, así que decido volver arriba. Por mi seguridad.

—¿Sigues pensando que no necesitas ayuda?

Parece sorprenderse de que haya vuelto a por ella.

—¿Me la estás ofreciendo?

—¿La necesitas o no?

La muy orgullosa aparta la mirada para después asentir. Reprimo la necesidad de poner los ojos en blanco y le tiendo la mano, la cual ella mira con desconfianza.

—No te voy a preguntar si confías en mí porque ya sé la respuesta.

Veo como aprieta los labios, conteniendo una sonrisa por lo ingenioso que soy, para tras unos segundos de duda, agarrar mi mano.

Perfecto. Por si no me estaba costando lo suficiente bajar la colina con la puta cuerda, ahora tengo que agarrarla con una mano mientras agarro a Olivia con la otra.

Empezamos a caminar muy despacio. La muy condenada se agarra con tanta fuerza que me está clavando las uñas y tiembla de una manera que parece que va a perder el equilibrio en cualquier momento.

—Olivia. Cálmate. No te vas a caer. Te tengo agarrada.

—¿Se supone que eso debería tranquilizarme?

—Pues a juzgar por como ibas tú sola, sí debería. Pero si quieres te dejo delante y dejo que te vayas a la mierda colina abajo.

—Haz lo que quieras.

Joder, que orgullosa.

No respondo y la dejo adelantarme, camina demasiado deprisa debido al enfado, y resbala con el barro. A pesar de que sería lo más divertido del viaje verla rodar colina abajo hasta caer al agua, mi instinto actúa antes que mi cabeza, obligándome a agarrarla de la cintura y pegarla a mi cuerpo para estabilizarla.

Ella jadea debido al susto y me entran ganas de reírme, pero el sonido muere en mi garganta. La agarro con más firmeza apretando su cadera con mis manos, haciendo que nuestros cuerpos encajen de una manera absurdamente fácil.

Nunca, en mi sano juicio, creí que estaría tan cerca de Olivia Lose. 

Pov Olivia:

Cuando mis pies resbalan, mi corazón se vuelve loco por la adrenalina. Pero cuando siento sus manos agarrarme con tanta firmeza, siento que estoy al borde del infarto.

No consigo dejar de jadear debido al susto, al calor, al esfuerzo físico, a la sorpresa.

Bajo la mirada y veo sus grandes manos alrededor de mi cintura, mientras siento como mi piel se eriza al sentir sus propios jadeos en mi oído.

Quiero apartarme. Por supuesto que quiero apartarme. Pero me da miedo resbalar, y no tengo muchas opciones en este momento.

Me giro muy despacio, tan solo para mirarlo. Para agradecerle que no haya cobrado su venganza de una forma tan cruel. Seguimos a la misma distancia. Ninguno está agarrando la cuerda y me da miedo cambiar los pies de sitio. Sin duda deberíamos pedirle ayuda a su hermano, seguro que ha hecho esto miles de veces... Pero cuando abro la boca para decírselo, las palabras no me salen, y el calor se vuelve cada vez más insoportable.