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Haerin no había consolado a nadie desde hacía tiempo; la última vez fue a su hermana, quien había terminado con su novio porque ya no compartían los mismos sentimientos.

Aunque su ética y moral le advertían que escuchar a Danielle desahogarse sobre sus sentimientos hacia sus mejores amigas estaba mal, no podía evitarlo.

Haerin quería volver a ver a Danielle sonreír mientras leía sus libros favoritos, ignorando que había resuelto mal los problemas de álgebra.

—Pero tú no sabías lo que ellas sentían —dijo Haerin, tratando de comprender el embrollo.

— Intuía que Hyein sentía algo, pero lo de Minji me tomó por sorpresa. Creí que tenía una especie de relación rara con Hanni. Me siento en un horrible libro de romance con un drama reciclado —contó Danielle.

—Esa comparación fue terrible y no la entendí. Imagino que te sientes como una integral indefinida.—

Danielle no comprendió y se limpió nuevamente las mejillas con un pañuelo que Haerin le había extendido momentos atrás.

—No sé qué decirte para que no sigas triste —confesó Haerin después de unos minutos en silencio.

—Estoy mejor, gracias por escucharme.

—Cuando quieras hablar, solo dime; seré tu confidente.

Danielle le sonrió a Haerin al escuchar aquello.

—¿Puedo darle un abrazo?

—Está abusando de mi confianza, alumna Mo.

—La próxima vez, usted querrá mi abrazo, tutora Kang —reprochó Danielle haciendo un puchero y volviéndose a poner sus gafas.

Un gesto que a Haerin empezaba a gustar ver en Danielle.

😙

Minji bajó de la camioneta y se adentró en su hogar sin dejar de mirar al suelo, en su mano sostenía el peluche de oso y en la otra su bolso escolar.

—Me alegra verte —esa voz la hizo alzar la mirada y se encontró con la presencia de su hermano mayor y su hermanastra Jisoo.

—¿Cuándo? —preguntó, deteniéndose.

—Llegó hoy, era una sorpresa —confesó Jisoo viéndola.

Inevitablemente, Minji corrió a abrazar a su hermano, que la recibió con los brazos abiertos.

—¿Cómo te fue con lo que me contaste? —le preguntó en medio del abrazo Taehyung.

Minji se soltó a llorar de nuevo y esto asustó a ambos hermanos, pues Minji hablaba hasta por los codos y que no les dijera nada de la situación era preocupante.

🫂

Hyein estaba en la entrada del hogar de Danielle, esperando autorización para poder pasar. Quería explicar lo sucedido y el porqué de su reacción.

—Adelante, señorita Lee, puede pasar —le dijo uno de los guardias a Hyein.

A medida que la mansión de los Mo se veía más cercana. El cuestionamiento en su mente la atormentaba: ¿Danielle me odia?

—Hyein, nos sorprendimos cuando nos dijeron que venías. Danielle aún no ha llegado, pero la puedes esperar —dijo Yeri, indicándole el camino a la sala.

—Gracias, señora Kim.

Yeri no dijo más, pero ver el color rojizo alrededor de los ojos de Hyein le hizo pensar que aquello que su hija había mencionado por la tarde tenía que ver con la razón de que Hyein estuviera cerca de las diez de la noche en una casa ajena.

Unos minutos más tarde, Danielle llegó a su hogar. Yeri vio una sonrisa en el rostro de su hija y quiso no decirle de la presencia de Hyein en la sala.

No quería verla triste de nuevo.

—Mamá, ¿qué sucede? —preguntó Danielle al ver que su progenitora se había detenido en medio del camino a las escaleras que conectaban a sus habitaciones.

—Hyein, ella está en la sala.

Danielle borró su sonrisa.

Cuando estuvo frente a Hyein, el corazón débil de Danielle se sintió nuevamente culpable.

—Lo siento, Danielle —dijo Hyein.

—¿Por qué te disculpas conmigo?

—Por tener sentimientos hacia ti sin tu permiso —confesó Hyein, haciendo una reverencia.

Danielle asintió y le indicó que tomara asiento. —¿Por qué golpeaste a Minji?

Hyein murmuró algo y luego respondió: —Se atrevió a confesarse después de que yo le dijera que tú me gustabas. Le di una cachetada para que entrara en razón, y ella la devolvió. Fue hasta que la tutora Kang me alejó de ella. Minji no debería sentir nada por mí.

Lo último le dio un escalofrío a Danielle.

🏌🏻‍♀️

Haerin se acostó en su cama y miró la lámpara del techo como si esta tuviera las respuestas del universo.

—Tonta, tonta Haerin. Pudiste haber recibido un abrazo de Danielle... —se lamentaba, apretando la almohada en forma de rana que su padre le había enviado hace un año.

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Haerin:

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Haerin:

Smart √daerinWhere stories live. Discover now