Shiro parte dos

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La mirada de Kafka se mantenía fija en el campo de entrenamiento, en aquel lugar todos los soldados llevaban a cabo su riguroso y estricto sistema de entrenamiento que cada capitán le proveía.

Como antes se mencionó, la oficina de kafka tenía una ventana que daba directamente hacia aquel lugar, muy pocos notaban su mirada pues aquel vidrio era polarizado, es decir que desde afuera hacia adentro no se lograba ver nada pero desde hacia dentro hacia afuera se veía todo.

Los únicos que tal vez notaron la mirada de aquel ahora peliblanco fueron sus antiguos amigos, Kafka noto que dos chicas faltaban en el entrenamiento, aunque una podría justificarlo la otra realmente no, después de todo era la capitana de aquel batallón y si ella no estaba no podían proceder a casi nada, pues desgraciadamente el escuadrón número 3 de las fuerzas anti kaiju estaban especialmente dedicada a las armas de fuego por lo que su vice capital hoshina soshiro solo podía entrenar a unos pocos que usaban lo que son armas de filo.

Por lo que los que dominaban solamente las armas de fuego no podían ser entrenados tan fácilmente.

Kafka suspiró pensando en si tomó la mejor decisión al hablarles de esa manera, sin muchas más opciones dió media vuelta para salir de su oficina no sin antes tomar su actual gabardina.

A comparación del anterior este ya no era color negro sino que un color blanco intenso se mostraba, era algo raro de ver pues Kafka, al menos hasta el momento no usaba ropa clara, ya que las tonalidades usadas en su traje especial o en su antigua vestimenta, el color dominante siempre fue el negro o el gris.

Actualmente Kafka buscaba poder y lastimosamente no lo conseguiría teniendo los escuadrones que tiene ahora, la prueba estaba simplemente en la noche anterior, aquel chico de nombre seichi estaba a nada de tirar la toalla y abandonar las fuerzas anti kaiju, Por supuesto que kafka no lo permitiría y jugando un poco con la mente de aquel chico logró que se quedara.

Claro que vendría una molestia pues cada noche lo estaba entrenando para que poco a poco se supere aún más.

No era un acto de amabilidad ni de algun motivo parecido... Simplemente era egoísmo.

Al pasar por los corredores, pasillos y escaleras, las miradas de la mayoría eran atraídas por kafka, muchos aún no creían lo que veían pues la mayoría recordaba aquel hombre gracioso y amable.

Poco tiempo pasó hasta que llegó al patio de entrenamiento, su presencia trajo las miradas nuevamente más poco caso le hizo,

- escuadrón armado vienen conmigo...

Ante su llamado mucho se quedaron confundidos, el escuadrón armado está muy bien definido pues eran pocos los selectos que estaban autorizados y capacitados de estar junto a mina en aquellas peleas.

Todos los integrantes del escuadrón armado conocían a kafka, a muchos lo salvó y a otros pocos los aconsejó.

Uno que otro aún no creía que aquel amable hombre era su actual comandante y al mismo que recordaban.

- ¿Acaso no me escucharon?, he dicho que vengan conmigo.

Un segundo llamado se escuchó, un tanto nerviosos hicieron caso a la instrucción, reno e iharu eran uno de los pocos que se estaban integrando a aquel el grupo, actualmente ellos dos junto a izumo y aoi eran La promesa del escuadrón 3.

- tomen sus armas, supongo que para este momento deben de saber bastante sobre cómo manejarlas, en este entrenamiento solamente practicaremos la puntería objetivos en movimiento a gran velocidad, son libres de preguntar.

Ante sus palabras uno de los soldados levantó la mano, Kafka lo miró dando a entender que podía hablar.

- ¿Objetivos en movimiento? Perdón que lo contradiga comandante pero no contamos con ese tipo de objetivos, en su defecto serían kaiju residuales pero usted no ha dejado a ninguno.

un Kafka diferente Where stories live. Discover now