Culpa

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Su hermosa y radiante sonrisa se borro en un segundo al oír tan solo un par de palabras.

—Qué.

Preguntó el omega mientras miraba a su alfa tan preocupado y tan nervioso,eso no era bueno y el lo  sabía.

—Akatsu necesito que te vistas ahora y saques las putas maletas ahora...

Murmuró el alfa apretando su mandíbula con fuerza, esto no iba a ser bonito y más cuando su omega se entere de que sucede.

Eso alertó al omega quien rápidamente se vistió y se acercó al alfa para mirarlo nervioso.

—¡Dime que paso ahora Nikki!

Gritó esta vez el omega ya empezando a pensar lo peor,el alfa le dedico una mirada de duda.

—Promete que no harás un jodido escandalo akatsu.

El omega asintió repetidas veces mientras miraba al alfa,este suspiro y se sentó al lado del omega para mirarlo directamente a los ojos.

—Se llevaron a los cachorros....

Y esa fue la gota que derramó el vaso, el omega se levantó de golpe y tomo al alfa fuertemente del cuello de la camisa y sin previo aviso empezó a liberar sus feromonas mientras sus ojos irradiaban ira.

—¡¿QUE MIERDA ACABAS DE DECIR!?.

El alfa trago saliva mientras miraba al omega en ese estado tan deplorable.

—Hinata y toshiro se los llevaron a la casa para que no nos escucharán...y unos autos los detuvieron en medio camino, golpearon a hinata y a toshiro, están en el hospital.

—Nikki dime que estas bromeando, que es una broma de mal gusto....

Y el enojo del omega se convirtió en un segundo en dolor y sin poder evitarlo las lágrimas brotaron de sus pequeños ojos.

El alfa sintió el dolor de su omega, no solo por la marca.

Eran también sus hijos, sus cachorros y la cosa más importante de su vida, claro contando a su omega y amigos.

—Akatsu... No descansaré hasta que nuestros cachorros vuelvan sanos y salvos te lo juro...

El omega alzó la mirada, sus ojos oscuros y perdidos y su tono de voz solo demostraba enojo, frustración y ganas de asesinar.

—Iré contigo...voy a torturar al maldito hijo de puta qué se atrevió a tocar a mis pequeños...

El alfa sonrió, una sonrisa de orgullo de saber que su omega estaba dispuesto a matar a quien se atreviera a tal acto, igual a lo que el planeaba.

(....)

Ambos llegaron al hospital donde ahí se encontraba en una camilla el beta y en otra el alfa, el beta estaba con miles de cables en su cuerpo y sin mencionar su rostro lleno de moretones y su pierna en yeso.

Mientras el alfa pelirrojo se encontraba con un yeso en su mano y si cara igual de golpeada junto a su labio partido.

El omega se mordió la lengua, se sentía tan culpable de ver a sus amigos de esa manera por culpa de su calentura, ahora de verdad que se sentía de la mierda.

—Estarán bien.

Menciono el alfa que miraba a su omega que era claro que en su mente ya se culpaba.

—Los tres están a salvo.

Menciono nuevamente el alfa mientras ponía sus manos alrededor de su omega para brindarle alivio y tranquilidad.

𝐹𝑟𝑖𝑜 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑙𝑎 𝑛𝑖𝑒𝑣𝑒 [omegaverse] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora