chocolates & faints ♡ ( jujae )

15.

una vez juyeon abandona el edificio, está seguro de que pierde la cabeza.

los ojos de jaehyun se enfocan en aquel ventanal enorme en su oficina, atentos a como juyeon tira su maletín dentro de un auto, para luego subirse a el y marcharse lejos.

ciertamente con una parte de su corazón dentro de ese maletín.

rápidamente se drena en lágrimas de frustración con ese pensamiento, temiendo tener que admitir que, por segunda vez, se había equivocado.

y lo había hecho en grande. otra vez.

dolió. demasiado.

aquellas punzadas en su pecho se hacían cada vez más fuertes. ¿ira? ¿impotencia? ¿tristeza? era un sí a todas.

en ese momento, nada más le importaba.

solo esperaba que las paredes con cancelación de ruido fuesen lo debidamente notorias para el exterior. ningún empleado en el planeta quiere escuchar a su jefe teniendo una maldita crisis.

después de eso, derriba todo a su alrededor. el cuadro de joohyun y kyujin también cae con ello.

las lágrimas lo habían mareado tanto. sus piernas flaqueaban.

sí, necesitaba sentarse ahora.

chanhee debió haber estado muy alerta, porque apenas pasaron cinco minutos y apareció, como siempre, sin preguntar.

aunque esta vez, agradecía que así fuera. había perdido la fuerza física de moverse, como si las señales no pudieran terminar de llegar a su cerebro. y estaba seguro de que las palabras se quedaban hechas un nudo en su garganta también.

— pero— ¿qué mierda pasó? — se detiene en todos los papeles y demás cosas en el piso.

antes de que choi se diera cuenta, jaehyun puede ver la silueta de un hombre observándole de vuelta a través del espacio vacío en la apertura de la puerta. pasó como por un segundo, casi que fugaz, y luego, la puerta se había cerrado en seco.

a la mierda. si alguien iba a decir algo de esto, era lo que menos le interesaba ahora.

— ¡juyeon terminó conmigo! — gritó, y no pudo soportarlo más.

no pudiendo con la humillación que involucraba mantenerse de pie, cae de rodillas al piso. chanhee lo sigue veloz, envolviéndolo en un abrazo. podía predecir que algo así iba a suceder.

— lo siento mucho, jae. y sé que ahora mismo te parece lo peor, pero estoy seguro de que ambos necesitan esto.

— no lo entiendes. — puso su idea en pausa para apagar las lágrimas de sus ojos con un dedo. — él también desistió a seguir trabajando conmigo. no quiere verme.

chanhee se congela casi que al milisegundo. — ¿estás jodiéndome? ¿renunció?

no, pero estuvo tan cerca.

— no... pero me pidió que le buscase otro puesto. lejos de mí, preferiblemente.

chanhee permaneció quieto, estudiando las opciones.

jaehyun apenas dejaba de llorar, acomodándose en el piso. lo hizo un poco lento porque sus manos no dejaban de temblar. ¿estaba teniendo un ataque de pánico?

— ¿crees que acepte trabajar conmigo?

la idea sonó tan descabellada para el rubio que lo único que salió de él fue un arrugo de cejas.

— ¿te pegaste en la cabeza? estamos en el mismo jodido piso.

— escucha, tarado. — y acarició la siempre rubia cabellera de su amigo. — yo no tengo un asistente al momento, pero de tenerlo, ni siquiera es necesario que comparta oficina conmigo. me acompañaría a demasiadas reuniones como para hacerlo subir todo el tiempo. podríamos instalarlo en alguna de las oficinas desocupadas en los pisos más bajos y listo.