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Al fin, Selena comenzó a interrogar a varios de los empleados de lasboutiques acerca del comportamiento de Yolanda

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Al fin, Selena comenzó a interrogar a varios de los empleados de las
boutiques acerca del comportamiento de Yolanda. Todos le dijeron que
habían venido teniendo problemas con Yolanda. Es más, varios de los
empleados del salón de San Antonio le dijeron que parecía que Yolanda.

estaba robando dinero. Yolanda se había involucrado inclusive en la
línea de perfumes de Selena, eligiendo muestras de Leonard Wong, el
hombre con el que trabajaba en la creación del perfume, pero sin
dárselas nunca a Selena.

-No puedo creer que esto esté ocurriendo -me dijo Selena,
desconsolada porque esto había estado pasando durante mucho tiempo,
mientras nosotros, ignorantes de todo, estábamos de gira-. Debería
despedir a Yolanda, pero ella tiene algunos papeles que realmente
necesito para nuestra declaración de impuestos. No quiero alejarla por
completo y arriesgarme a perder esos registros.

-¿Qué quieres hacer? -le pregunté. Sabía que Selena no quería
involucrar a Abraham. Éste era su negocio y quería resolver sus
problemas de forma independiente, sin la ayuda de su familia.

Yo estaba convencido de que no se trataba de registros que fueran de
vida o muerte -lo más probable era que yo hubiera contratado
simplemente unos abogados para tratar de que Yolanda los entregara-
pero también sabía que Selena no iba a dejar piedra sobre piedra. Selena
era terca, lo que contribuyó en parte a su marcado éxito profesional;
sólo quería que Yolanda devolviera lo que era legalmente nuestro antes
de desentenderse de la mujer en la que había confiado de forma tan
absoluta.

Selena y yo consideramos una y otra vez posibles soluciones que
comprendían desde despedir a Yolanda inmediatamente o contratar a un
investigador privado. Por último, Selena dijo:

-No puedo dejar que Yolanda se entere de que sospechamos que ha
utilizado de forma indebida nuestras tarjetas de crédito o que nos ha
robado dinero. Dudo que realmente tenga alguna prueba de que no está
robando, como insiste. Pero necesitamos que nos devuelva los papeles
de la empresa para los impuestos. No podemos permitir que sepa que
pensamos despedirla. No, aún no.

Yo estuve de acuerdo, y fue ahí donde empezó el verdadero juego del
gato y el ratón. Durante las dos semanas siguientes, Yolanda continuó
insistiendo en que tenía pruebas de que no había estado robando de las
boutiques ni desfalcando dinero del club de fans, pero cada vez que

Selena se reunía con ella para ver los recibos y otros papeles que
podrían probar la inocencia de Yolanda, por alguna razón, ésta nunca
traía los papeles correctos.

En algún momento, alrededor del 15 de marzo, Selena me dijo que
iría a encontrarse con Yolanda en un restaurante en las afueras de
Corpus para que le entregara los papeles que necesitábamos.

-¿Por qué no puede traer los papeles a las boutiques? -le pregunté.
-Está asustada -dijo Selena-. Yolanda no quiere venir a Corpus
porque dice que ha estado recibiendo amenazas telefónicas.

TO SELENA WITH LOVE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora