El Tercer Renacimiento del Dios del Vacío: Desde la Cima hasta el Olvido Eterno

Los deberes de Lucifer

Altum, Serafín y Calista estaban reunidos en la biblioteca de la antigua casa, esperando con ansias a que Lucifer revelara su plan para derrotar a los Primeros Nacidos. El ambiente en el lugar era tan abrumador que la mera intriga del supuesto plan que tenía Lucifer los carcomía a cada uno por dentro. 

Las estanterías llenas de libros antiguos y el inmenso árbol que se encontraba en el centro de la biblioteca creaba un ambiente perfecto para las circunstancias en las que se encontraban.

{Bueno...} pronunció Lucifer con seriedad, rompiendo el pesado silencio que reinaba.

{El plan es el siguiente} continuó.

{Yo mato a todos, y ustedes se encargan de los estorbos} dijo con una simplicidad desconcertante. 

Al pronunciar estas palabras, el tenso ambiente que se había formado se desvaneció al instante, sustituido por una mezcla de sorpresa y descontento.

Altum, quien había esperado algo mucho más elaborado, reveló una clara mirada de decepción. Con un gesto decidido, invocó una espada, su intención de matar a Lucifer por el estúpido plan que había propuesto era evidente.

{Te mataré de todos modos, ya estamos muertos} exclamó Altum, levantando su espada con la intención de decapitar a Lucifer. Su furia era palpable, cada músculo de su cuerpo tenso mientras se preparaba para el ataque.

{Hum, ¿pero por qué? Si mi plan es muy efectivo} mencionó Lucifer, con un tono que rozaba la indiferencia, mientras Altum intentaba aniquilarlo con la espada. 

Sin embargo, debido a su inmunidad a los ataques físicos, las arremetidas no le hacían ningún daño. La hoja de la espada atravesaba su forma sin dejar rastro, como si no fuera más que un espejismo.

{La verdad, ese plan es una basura} mencionó Serafín, su voz cargada de desdén y frustración.

{Concuerdo con ella} añadió Calista, cruzándose de brazos. Su mirada era fría, reflejando su descontento con la falta de seriedad en la estrategia propuesta.

{Para ser sincero, opino lo mismo} alegó Lucifer, aceptando que el plan era estúpido.

{Pero no hay de otra. Los otros planes o no funcionan, o son muy inefectivos} agregó, lanzando un profundo suspiro que resonó en la silenciosa biblioteca.

{Este es de los pocos en donde ganamos sin que alguien muera en el proceso} exclamó, tratando de justificar su propuesta. 

{Los otros generan muchas pérdidas y daños colaterales, así que no hay otras opciones} mencionó, cruzándose de brazos con una expresión de resignación.

Altum, aún sosteniendo su espada, lo miró con escepticismo. 

{¿Así que piensas vencer tú solo a los Primeros Nacidos?} preguntó, deteniendo su intento de aniquilar a Lucifer.

{Bueno, pensaba encerrarlos en mi ser y usar mis poderes del vacío para debilitarlos y luego aniquilarlos} explicó Lucifer, como si fuera la solución más obvia.

Serafín, con una ceja arqueada, intervino: 

{¿Pero estás seguro de que podrás vencerlos?} su tono reflejaba una mezcla de preocupación y curiosidad.

Ante esta pregunta, Lucifer se quedó un momento pensativo. La sala volvió a sumirse en un silencio expectante, solo roto por el leve crepitar de las luces.

{Hum... no. Muy probablemente me maten} mencionó sin mucha preocupación, como si el riesgo de su propia muerte fuera un detalle menor en el gran esquema de las cosas.

La reacción de los demás fue una mezcla de sorpresa e incredulidad. Serafín y Altum intercambiaron miradas, ambos intentando procesar la falta de preocupación de Lucifer por su propia vida.