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"Ven para decirte algo en la boca"

Habían pasado unos días después de que Val y Andrés habían ido a su casa, Val había estado muy idiota y molesta, pero Riley se lo tuvo que aguantar. No hubiera quedado bien que la echara de su casa sin más. Después de ese día, Val estuvo igual de idiota en clases y en el almuerzo dándole toques suaves y ligeros, pero que con el tiempo e insistencia se volvía bastante molesto.

Ahora, Riley estaba en una fiesta por culpa de Grace y Bri, Grace quería ir porque iba a estar Andrés, al comienzo no le prestaba atención pero ahora se estaban besando, lo que le sorprendió bastante. Quizás estaba un poco borracho, pero Riley no iba a tirar malos pensamientos.

El tema era que Riley odiaba las fiestas, nunca iba a ella y mucho menos a las que hacían las personas que no le caían bien, pero esa noche, estaba haciendo una excepción a estás tres cosas. Estaba en la fiesta de Valentina Ortiz, la chica que contaminaba el medioambiente con sus malditos cigarrillos y la molestaba con toques suaves.

A los minutos, Grace se acercó a Riley con un vaso y Andrés colgada de su otro brazo, se reía contra el cuello de su amigo, haciéndola sonreír, Riley levantó una de sus cejas, tomando el vaso a la vez.

— ¿Puedes quitar esa cara? ¡Estamos en una fiesta! — le gritó para que pudiera escucharla, el sonido se iba fácilmente en el lugar.

— Precisamente por esa razón la tengo así

Su amiga solo bufo y puso los ojos en blanco para luego sonreírle a la nada misma y caminar hacia quien sabe dónde con Andrés. Riley se alteró ante aquella acción, ella no la dejaría sola, ella había sido obligada a ir allí.

— Hola, Riley — ella reconocía bien esa voz y no quería a esa persona cerca.

— Hola — dijo secamente, Val la tomo por la cintura, acercándose peligrosamente a ella — ¿Qué haces? Aléjate de mí, borracha — murmuró molesta y dio unos pasos hacia atrás alejándose de la pelinegra.

Val río un poco — No estoy borracha, Riley.

Antes que Riley pudiera contestar, está capturo sus labios con los propios en un beso brusco, pero a la vez dulce, y la atrajo más hacia si hasta que sus cuerpos chocaron. La pelinegra no quería que la chica se alejara, le había costado mucho conseguir el valor que necesitaba para besarla, aunque mentiría si dijera que el alcohol no la ayudo.

Riley, un poco insegura y lenta al principio, correspondió a su beso, Val, feliz por esto, lado su cabeza para profundizarlo, adentrando la lengua a la boca de la rubia, cuando está la abrió, cediéndole el permiso que había pedido con anterioridad.

La de ojos negros se separó primero, por falta de aire, le sonrió ampliamente y la abrazo, entrelazando sus manos en la espalda baja de la contraria, porque no quería dejarla ir. Sonrió amplia y tontamente, Riley quería pegarle, pero esa sonrisa la dejo sin pensamientos por unos segundos.

Mientras que Riley estaba confundida, nunca pensó en ella de ese modo, tampoco que sentiría lo que sintió y mucho menos que querría volver a hacerlo.

Sin pensarlo mucho, tomo a Val por el cuello, pasando sus brazos por sus hombros, y la beso de forma desesperada y brusca, pero mostrándole que también la quería.

Colillas de cigarros   Riley x ValentinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora