Mini maratón 2/3
Mara.
Mis últimas dos semanas han sido demasiado agotadoras, el hecho de prepararme con mi compañera para competir por un lugar en aquella competencia era agotador.
Pasábamos horas y horas en la cocina perfeccionando cada detalle, midiendo exactamente todas las cantidades de los ingredientes para que el sabor sea exquisito.
Nuestro profesor era el encargado de probar cada una de nuestras creaciones y nos daba su opinión, tenía que ser todo perfecto. Teníamos que entrar a ese concurso.
En unas horas viajaría a Italia. Estaba de los nervios está era una oportunidad para demostrar de lo que era capaz, quería conseguirlo, quería quedar entre las mejores diez parejas para participar del show.
Mi maleta ya estaba hecha, y casi que no me cerraba, había puesto demasiadas cosas, un mes estaría en aquel país, tenía que estar preparada.
La primera persona en enterarse fue mi cuñada, casi pero casi que paria en ese mismo momento. Luego fue mi padre y por último mi hermano.
Los tres estaban demasiados contentos por mi oportunidad, lo único que no les dije es que volvería a Italia.
Una mentira piadosa, no le haría mal a nadie.
Unas horas después de que Génesis, Arthur, Oliver y yo tomáramos el taxi para dirigirnos al aeropuerto, finalmente llegamos a nuestro destino. Los cuatro estábamos nerviosos, pero emocionados al mismo tiempo. Era una oportunidad única.
Una vez que llegamos al hotel, Génesis y yo decidimos compartir habitación. Nos instalamos y dejamos nuestras maletas en las camas espaciosas que nos esperaban. La luz del sol se filtraba a través de las ventanas, iluminando la habitación de forma cálida.
- Estoy agotada - murmuró Génesis mientras se dejaba caer en la cama.
Me recosté en mi propia cama y suspiré. Estaba nerviosa, pero emocionada por lo que vendría.
- Yo también lo estoy. Estoy tan nerviosa - admití.
Génesis bufó y dijo con determinación.
- No te preocupes, lo lograremos. Estoy segura de que estaremos entre los diez mejores.
- ¿De verdad crees eso? - pregunté.
- Sí, tenemos que tener fe en nosotras mismas. Si no creemos en nuestro éxito, ¿quién lo hará por nosotras?
Asentí, dándole la razón. Habíamos trabajado duro para llegar hasta aquí y estábamos listas para dar lo mejor de nosotras en el concurso.
- Tienes razón. No podemos dudar de nosotras mismas.
Génesis sonrió y añadió:
- Entraremos a ese concurso y nos convertiremos en estrellas.
- ¡Claro que sí! - exclamé, contagiada por su entusiasmo.
- Y cuando ganemos, iremos a celebrar - bromeó Génesis.
- Por supuesto.
Durante las últimas semanas, había desarrollado una gran conexión con Génesis. Habíamos pasado mucho tiempo juntas perfeccionando nuestras creaciones y formando un equipo sólido. Nos complementamos de una manera única y era reconfortante tenerla a mi lado en este desafío.
Mientras nos preparábamos para descansar antes del gran día, Génesis añadió en tono de broma.
- Imagínate si conocemos a un italiano, ¡le pediré la nacionalidad!
Ambas estallamos en risas.
- ¿Solo le pedirás eso?
- Claro que no, le diré que me deje sin caminar por días - bromeó.
- Y el aceptará al instante.
- Por supuesto, nadie se resiste a este cuerpecito.
Dos golpes resonaron en la puerta, rompiendo el silencio de la habitación. Ambas nos sobresaltamos, mis hombros se tensaron instintivamente. En un movimiento rápido, nos levantamos de las camas, con el corazón latiendo fuertemente en el pecho.
- ¿Quién será? - murmuró mi compañera, su voz apenas un susurro en la oscuridad.
A pasos silenciosos nos acercamos a la puerta, con la incertidumbre palpable en el aire. Génesis fue la primera en llegar, se acercó a la puerta y miró por el pequeño agujerito donde iba la llave. Un suspiro de alivio escapó de sus labios.
- Son los chicos - murmuró, y sentí un poco de alivio al reconocer sus voces.
Abrió la puerta y en el umbral se encontraban Arthur y Oliver, con dos cajas de pizzas y una botella de refresco en las manos. Una sonrisa se dibujó en los rostros de ambos al vernos.
- Trajimos la cena, ¿Nos dejan pasar? - dijo Arthur, con una mirada pícara en sus ojos.
Génesis se apartó para darles paso, y los cuatro nos acomodamos en las dos camas.
- Hubiera preferido alcohol, pero estamos bien - murmuró mi compañera con una mueca .
- No podemos beber alcohol - intervino Oliver, con tono serio.
- ¿Por qué? - pregunté, curiosa.
- Mañana comienzan las pruebas, si llegas ebria ¿Crees que te dejarán pasar? - explicó Oliver.
Génesis bufó resentida, y Arthur tomó la palabra.
- Pero un poquito de alcohol no le hace mal a nadie - comentó, sacando una pequeña botella de whisky de su mochila.
La duda se apoderó de mí, pero finalmente no acepté un trago. No quería estar ebria en mi primera prueba.
- Son unos aburridos - bromeó Arthur, con una sonrisa traviesa en los labios.
La noche transcurrió entre risas, pizza y conversaciones animadas. Nos conocimos un poco más, después de todo debía conocer a mis compañeros.
- ¿No tienen miedo? - pregunté, en un momento de silencio.
- ¿De qué? - cuestionó Oliver, frunciendo el ceño.
- De que no todo salga como esperamos - aclaré.
- Tal vez un poco, pero si no sale como esperamos, al menos lo hemos intentado - reflexionó Génesis.
- Es nuestro sueño, y los cuatro lograremos estar en ese concurso - afirmó Arthur, con determinación en su voz.
- Lo lograremos, todos juntos - aseguré, con convicción.
La noche llegó a su fin, y antes de la medianoche cada uno se retiró a su habitación, con la promesa de un nuevo amanecer lleno de oportunidades. Mañana sería el gran día, el día en que dejaríamos todo en la cocina para alcanzar nuestro lugar en el mundo de la música.
Teníamos que conseguirlo, tenía que conseguirlo. Era mi sueño, y estaba dispuesta a luchar hasta el final por él.
✿✿✿
Holaaa, segunda parte del mini maratón.
¿Que les pareció?
La tercera parte la subiré mañana, no he terminado de corregirlo, pues es bastante largo el capítulo.
Mañana diré los nuevos días de actualización, estén atentos.
Nos vemos, los quiero.
28/07/24
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En busca de una nueva vida | sin mirar atrás
RomanceMara era una chica común, con una vida común. Creía haber encontrado el amor verdadero en su novio, Javier. Sin embargo, un fatídico día descubrió algo que destrozó su corazón: Javier le estaba siendo infiel con su mejor amiga, Carla. Sin pensarlo d...