Capitulo 74: Cuerpo de cuervos

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En los días que siguieron a la operación, desde que Lorenzo y sus compinches engañaron con éxito al oficial de patrulla Leroy Tate para que creyera que eran agentes del FBI. El establecimiento de Errol continuó con sus operaciones ilícitas sin cesar. Max y los demás continuaron con sus negocios habituales, manteniendo al mismo tiempo un perfil bajo para evitar despertar sospechas entre personas como el oficial Floyd Rose y sus subordinados.

Lorenzo, por su parte, tuvo la previsión de alquilar una vivienda independiente en Boyle Heights, lo que le concedió la autonomía que necesitaba para dirigir a sus hombres sin levantar sospechas. Sabía que era fundamental mantener las apariencias para no despertar sospechas entre las fuerzas del orden locales.

En cuanto a Max y el resto de la tripulación, permanecieron en el apartamento de Errol, siguiendo diligentemente el plan que Lorenzo había orquestado tan meticulosamente.

Unos días antes, Lorenzo había anunciado a Adam y a los demás que iba a casarse con Deborah. La noticia se extendió como un reguero de pólvora entre la pandilla y se produjeron celebraciones en el apartamento de dos pisos que Lorenzo había alquilado para la ocasión. Alquilar todo el lugar no era un problema para él, ya que las ganancias mal habidas de sus negocios ilegales ascendían a cientos de miles de dólares.

El apartamento, escondido en el corazón del humilde barrio de Boyle Heights, ahora servía como edificio temporal de la empresa. Para camuflarse y estar un paso por delante de la ley, Lorenzo había enviado a Adam y a los demás a explorar la zona. Pronto descubrieron que el único elemento criminal en las inmediaciones eran matones de poca monta, que representaban una pequeña amenaza para su grupo.

A pesar de la presencia de una base militar justo al norte del puente Olympic Boulevard, todavía había pequeños matones que andaban sueltos y se especializaban en robos y atracos.

Adam le transmitió esta información a Lorenzo, quien se rió entre dientes y apoyó la barbilla en la mano. "Bueno, estos matones no parecen ser un gran problema", reflexionó. Una sonrisa maliciosa se dibujó en su rostro mientras continuaba: "Creo que sería mejor si nos construyéramos una reputación en este vecindario. Si los ves haciendo algún asalto o allanamiento, detenlos. También podríamos ganarnos el favor de los civiles comunes".

Richard frunció el ceño. "¿Eso realmente importa? ¿Por qué no invadimos sus escondites una vez que sabemos dónde están y los obligamos a someterse a nuestro mandato?"

La sonrisa de Lorenzo se ensanchó. "Llegaremos, Richard, llegaremos".

Si bien era cierto que Lorenzo quería establecer la reputación de su banda y ganarse el favor de los civiles comunes, había otra razón detrás de su plan aparentemente altruista. Había recibido una misión de su sistema, que decía:

[Misión: Establece la reputación de tu grupo en tu nueva base del vecindario. Recompensa: Gana el respeto y el favor de los residentes comunes de Boyle Heights (efecto: la expansión de tu grupo en el vecindario será mucho más fácil). Sube de nivel 1 vez.]

Lorenzo sabía que completar esta misión no sólo les ayudaría a integrarse sino que también allanaría el camino para sus futuras operaciones.

La sonrisa de Lorenzo se desvaneció al pensar en la misión que tenía entre manos. Su mente vagó hacia los otros barrios de la ciudad, en particular los más conocidos como Downtown y Wilshire. Sabía que los matones de poca monta de Boyle Heights no se podían comparar con las bandas más conocidas de zonas como Downtown o Wilshire, que contaban con una mayor concentración de miembros de la calle.

Boyle Heights, al igual que Melrose, tenía menos gente en las calles, lo que se traducía en pandillas más débiles en general. Sin embargo, Lorenzo no era tonto. Sabía que no debía subestimar los otros barrios de Los Ángeles solo porque Boyle Heights parecía tranquilo en comparación. Siempre había tiburones acechando incluso en las aguas más tranquilas, y él no estaba dispuesto a bajar la guardia.

El Sistema en el PadrinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora