Camino tranquilamente hacia el pequeño supermercado que hay cerca de la casa. Sofí llegara en aproximadamente dos horas junto con Félix, así que eso es suficiente tiempo para que prepare la pasta favorita de Sofí.Mientras recorro las calles siento como los rayos del sol chocan en mi piel y es una sensación asombrosa. Cierro los ojos un momento y flashes de la noche anterior regresan a mí. Dios, necesito que Félix regrese ya, pero Sofí estará… bueno, tendremos que esperar hasta en la noche. Puedo hacerlo, si… puedo esperar.
Sonrió tontamente mientras entro al lugar, sintiendo como el aire acondicionado me golpea. El día es hermoso, ¿O será que solo yo lo veo así por lo que paso anoche? Bueno, realmente no sé, pero no voy a preocuparme de eso ahora.
Tomo un carrito y comienzo a caminar por los pasillos buscando todo lo que necesito para la comida. Paso por donde se encuentran los helados, sonrió tristemente. Recuerdo la foto que me tome con Sandra y Marielle hace menos de un año, cuando me metieron a uno de ellos. Las extraño, pero supongo que es mejor así.
Reviso lo que llevo dentro. Creo que tengo todo.
Llego hasta la caja para pagar y tomo una de las revistas, realmente no sé lo que estoy leyendo.Miro el reloj en mi muñeca, ¿Solo una hora? ¡Demonios! Debo darme prisa o no lograre preparar nada. Comienzo a colocar todo en la banda para que la señorita lo cobre y pueda irme.
¡Ay dios! Algo no está bien.Me sujeto un momento del carrito y respiro profundamente. Es solo un mareo, yo creo. Tuve una noche muy agotante, ¡Dios! No puedo dejar de sonreír ante el recuerdo… Bueno, no dormí mucho que digamos, además de que solo tome una manzana de la casa cuando venía de camino
-¿Se encuentra bien señorita? –escucho que alguien dice.
-Sí, solo es un mareo –no levanto la vista.
-¿Segura? ¿Necesita sentarse? –insiste.
-Sí, estoy bi…
…
-¿Qu-qué paso? –pregunto mientras lentamente abro los ojos.
-¿Se encuentra bien señorita? –una señora mayor está sentada a mi lado.
-¿Dónde estoy? ¿Qué paso? –Pregunto mientras intento ubicarme sin mucho resultado -¡Dios mío! ¿Qué hora es? –miro mi reloj. Mierda.
-Se desmayó, ¿Cómo se siente? –escucho la voz de un joven.
-Bien, solo tengo un poco de hambre –acaricio mi estómago.
-Entonces, eso debió provocar el desmayo –observo al dueño de esa voz –Lo bueno fue que logre sujetarla antes de que se cayera –me sonríe cálidamente. Vaya.
-S-sí, eso d-debió ser –no puedo dejar de verle.
-¿Necesitas que te lleve corazón? –Escucho a la señora decir, pero realmente no puedo contestarle -¿Cariño?
-Lo siento –aclaro mi garganta –puedo caminar, no hace falta –miro las bolsas con todo lo que había comprado.
Un momento, no recuerdo haber pagado. Pero todo está en las bolsas ya… Dios, mi cabeza comienza a doler, y siento como mi estómago ruge quedamente, necesito llegar a casa ya. ¡Joder! Félix y Sofí ya han de estar allá.
-No te preocupes, lo pague yo –él me dice. ¿Quién es? –Si quieres puedo llevarte para que no cargues todo eso tu sola –me sonríe. Demonios, tiene linda sonrisa.
Ni siquiera hablo, simplemente siento como mi cabeza asiente aceptando su oferta. ¿Qué nunca nadie me enseñó a no aceptar cosas de los desconocidos? Sí, bueno, lo hicieron. Pero tal parece que realmente nunca lo aprendí
Caminamos en silencio hasta su camioneta, lo observo meter mis bolsas en el asiento trasero y sonrió tímidamente cuando abre la puerta del acompañante para mí, me recuerda a Félix Suspiro discretamente. Él entra del otro lado y arranca para salir del estacionamiento.
No tengo tema de conversación, así que simplemente le indico donde queda la casa y maneja en silencio.
Agradezco que sea de esta manera, porque no es un silencio incómodo. En realidad es… bastante agradable y no sé si preocuparme o no. Lo miro de reojo. Es muy lindo, su sonrisa es cálida y yo me estoy sonrojando porque acaba de voltear a verme.
¿Qué te pasa? ¡Por dios! ¡Contrólate! Como si nunca hubieras visto a un chico. Bueno, no a uno tan guapo y amable… Dios, esto no puede estarme pasando, no otra vez. Piensa en Félix, si… el, el no merece que este babeando en este momento por un sujeto a quien no conozco, de quien ni siquiera sé el nombre.
Quien solo me ayudo a que no me golpeara la cabeza con algo al momento de desmayarme, y pago mis comprar. Aunque el desmayo fue todo culpa de Félix… ¡Dios! ¿Qué diablos está pasando por mi mente?
Llegamos a la casa y puedo ver como Félix está a punto de subir a su auto. Sofí me mira a lo lejos y grita prácticamente haciendo que Félix me observe. Su semblante pasa de preocupación a… ¿Enojo? No logro identificar bien que está pensando.
-Samy, ¿Dónde has estado? ¡Nos tenías preocupados! –mi pequeña hermana prácticamente se me cuelga en un abrazo cuando bajo de la camioneta.
-¿Estas bien? –La voz de Félix suena dura, pero con cierta preocupación.
-Yo…si… simplemente… uh… -intento ordenar mis ideas.
-Se desmayó mientras estaba pagando –el chico llego a mi lado –Logre sujetarla antes de que se golpeara o llegara al piso –me sonrojo. ¿Por qué mierda me estoy sonrojando?
-Mañana mismo vamos a que te hagas un chequeo – Félix no deja de observarme, me siento intimidada.
-No creo que sea necesario, me comento que no desayuno. Seguro fue eso -¡Demonios! Sí que tiene sonrisa linda.
-¿Por qué no desayunaste? Eso no le hace bien al bebe –Sofí me regaña y yo simplemente sonrío mientras acaricio su mejilla.
-¿Estas embarazada? –me mira sorprendido, pero… no está espantado. Al contrario, sonríe.
-Si… muchas gracias por cuidarla, ya me encargo yo – Félix toma las bolsas que él estaba cargando.
-Okay –simplemente asiente –Nos estaremos viendo por allí entonces –me da la mano.
De reojo logro ver como Félix se adentra en el pasillo del jardín para llegar hasta la MM, su rostro es serio y Sofí va detrás de el intentando ver que es lo que hay en las bolsas. Me quedo a solas con él y vuelvo a sonrojarme. ¡Demonios! ¿Estoy maldiciendo mucho?
Las hormonas, todo es culpa de las malditas hormonas. Lo siento bebe, me pones muy emocional.
-Espero no ocasionarte problemas con tus hermanos –señala con la cabeza en la dirección en la que se fueron los chicos.
-Solo la pequeña es mi hermana… -aclaro, aunque no del todo.
-Oh, ya decía yo… un hermano no puede ser tan celoso –fue su turno de sonrojarse –Entonces pero no provocarte problemas con tu novio –paso su mano por su nuca nerviosamente.
-No es mi novio –sin darme cuenta las palabras salieron de mi boca haciendo que ambos nos sorprendiéramos.
Observo su rostro y miro como una sonrisa amplia se forma. Es genuina y cálida, me hace sonreír a mí también. Vuelvo a sonrojarme. Ya ni me molesto, no sé qué me pasa hoy.
-Entones creo que si nos estaremos viendo –sonríe de lado y yo siento que mis piernas tiemblan.
-Claro –no digo más.
Suelto su mano y noto que tengo un papel. Con cuidado lo desdoblo para ver un número escrito en él, levanto la vista y este chico simplemente sonríe. ¡Mierda! ¡De verdad es linda su sonrisa!
-Por cierto… mi nombre es Brandon –Dice mientras camina hacia su camioneta para irse. Bien, hasta el nombre es lindo. Joder.
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Caminos Cruzados (riverduccion)
FanfictionSamantha Rivera; 17 años. Tres meses de embarazo, sin hogar, sin trabajo, sin familia y todo porque se equivocó en el amor. La única persona que está en contacto con ella, Sofí. Jose Francisco; 18 años, lo tiene todo. Excepto un amor verdadero. Su f...