Capitulo 11

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[Al día siguiente.]

[Hora: 7:51 am.]

Ubicándonos dentro de una amplia habitación la cual se encuentra en cierta parte del sótano de un templo, el mencionado templo es uno de los once templos que se hallan en la zona central de la gigantesca isla flotante. En aquella habitación se observa que tenía una variedad de decoraciones, algunas cosas que llamaban la atención eran los múltiples estante los cuales tenían una gran variedad de libros. Al enfocarnos en una cama que se sitúa en el centro de aquel lugar, se puede ver que Atenea se encontraba sentada sobre aquella cama. Teniendo una expresión seria en su rostro la diosa veía con mucha atención las palabras escritas en el libro abierto que sostenía con ambas manos, repentinamente ella logro escuchar el sonido de la puerta que da acceso a su habitación ser abierta. Al apartar su vista del libro, Atenea inmediatamente dirigió su mirada hacia su lado derecho. En ese momento vio a Hestia quien había entrado en su habitación junto a Deméter.

Atenea: ¿Ha? - Arquea su ceja derecha -: ¿Tía Hestia? ¿Tía Deméter? - Coloco su libro sobre su almohada -: Espero que no les moleste mi comentario, pero. ¿Qué hacen ustedes dos aquí? No es normal que ustedes vengan a estas horas de la mañana aquí...

Deméter: Sinceramente, no me molesta tu comentario... - Se sentó al borde de la cama -: Además, tienes mucha razón. Son muy raras las veces que Hestia y yo venimos a visitarte, sobre todo a estas horas. Normalmente cuando venimos tan temprano es porque...

Atenea: Porque algo muy malo ha sucedido. ¿Estoy en lo correcto? - Ve a su tía mover la cabeza en señal de afirmación -: Ay, por Caos. ¿Qué sucedió ahora? ¿Se escaparon los titanes del tártaro? ¿Mi padre nuevamente le fue infiel a Hera? ¿El tío Hades por fin se va a revelar en contra de mi padre? ¿La tía Hestia se enamoró?

Hestia: ¡Oye! - Se cruzó de brazos -: Yo soy una diosa que a jurado ser virgen por toda la eternidad, yo no me pienso enamorar. ¿Entendido? - Vio a su sobrina mover los hombros restándole importancia a su comentario -: ¡Recuerda perfectamente mis palabras no voy a enamorarme! ¡Nunca lo voy hacer!

Atenea: De acuerdo, te escuche perfectamente. No era necesario que me gritaras... - Vio a su tía sentarse en la cama -: ¿Y, bien? ¿Me van a decir, que ocurrió ahora?

Deméter: Bueno. ¿Por dónde debería de iniciar? - Mueve su brazo izquierdo y coloca su mano debajo de su mentón -: Ayer sucedieron tantas cosas, sinceramente no sabría cómo comenzar a relatar lo ocurrido. Pero... - Una sonrisa se formó en su rostro -: Te aseguro algo, Atenea. Vas a estar en grandes problemas, ya que ayer te escapaste con tu noviecito al mundo mortal a tener una cita...

Atenea: ¡¿Espera, que?! - Su mirada cambio a una de asombro, sus mejillas iniciaron a tener un color rojizo -: ¡¿En qué clase de problemas me he metido?! Y lo más importante. - La expresión en su rostro cambio a una de enojo -: ¿A que te refieres cuando dijiste: “Ya que ayer te escapaste con tu noviecito al mundo mortal a tener una cita...”? Yo no tengo novio y nunca lo voy a tener. ¿Te recuerdo que soy una diosa que a jurado permanecer virgen durante toda su vida?

Hestia: Este, Deméter...

Deméter: Ay, por Caos. Atenea, no deberías de hacerte la inocente... - Se cruza de brazos -: Hestia me dijo que los vio a ti y a Hefesto irse en tu caballo alado, nosotras dos pensamos que se fueron al mundo mortal para tener una cita e irse conociendo más... - Exhala con cansancio -: Aunque, me decepcionas Atenea. De tantos dioses menores. ¿Por qué tenías que elegir al hijo feo de Hera? En verdad, que decepcionada estoy de ti sobrina. Elegir a un dios tan feo, en vez de elegir a un dios menor guapo... - La expresión en su rostro cambio a una de seriedad -: Pensé que eras la diosa de la sabiduría, tenías que pensar en lo que más te conviene. Un esposo guapo y perfecto, no un dios deforme y feo...

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