Eres mía (Loki Fanfic)

Capítulo 12

Una pequeña brisa rozó mi rostro, haciendo que junto al luminoso sol mis ojos se despertaran. Miré el lugar donde me encontraba. Estaba de vuelta en mi cama, sola, junto a la brisa que entraba por la terraza abierta. ¿Me habría traído Loki?

Me incorporé de la cama y me dirigí a cerrar la puerta de aquella pequeña terraza. Pero allí se encontraba Thor.

--Buenos días.--dijo acercándose tras haberse dado cuenta de que estaba allí.

--Bueno días.--contesté algo nerviosa, esperando que no hubiera notado mi ausencia.

Pero él solo se acercó y cogiéndome de las caderas me dio un gran beso.

--Vamos a desayunar, hoy es el gran día.--dijo sonriente.

Yo solo asentí, ya que lo único que ocupaba espacio en mi mente ahora mismo era hablar con Loki para pedirle explicaciones.

Thor y yo nos dirigimos hacia el comedor para tomar el desayuno. Para mi sorpresa, no me había dado cuenta de que habíamos estado de la mano hasta que llegamos al comedor donde Frigga soltó una exclamación de adoro. Allí, la familia real desayunamos antes del gran día. Frigga no paró de hablar con Odín sobre lo bien que saldría la ceremonia, Thor sonreía asintiendo a las palabras de su madre y yo miraba curiosa a Loki, intentando pedirle explicaciones aunque él desayunaba indiferente. Sin hacerme el más mínimo caso.

El resto de la mañana no pude ni hablar con Thor ya que un sin fin de criadas no paraban de retocar mi vestido, peinado y maquillaje, agobiándome cada vez más. Tenía que estar perfecta para el gran día.

Y por fin llegó la hora. Fandral volvía a estar a mi lado, dispuesto a llevarme al altar. Y lo agradecía bastante ya que, aunque Thor fuese una estupenda persona, cada vez pensaba más y más en salir corriendo.

--Aria, necesitas saber que en las bodas asgardianas tenemos la tradición de que el padre del novio y la novia beben un vino hecho por el novio. Así que no te extrañe que Odín quiera hacerlo. Tu solo acepta.--me comentó Fandral.

--Gracias por decírmelo Fandral.--le dije aún más nerviosa.

--De nada, y suerte.--me dijo guiñándome un ojo.

 Entonces las puertas del gran salón se abrieron y una extraña música empezó a sonar, supongo que era otra diferencia con las bodas midgardianas.  En el altar se encontraba Odín que parecía ser el que oficiara el matrimonio. También pude distinguir a Thor, sonriente y con unas ropas muy arregladas esperándome. En la misma esquina de siempre, Frigga sonreía justo al lado de Loki, quien me miraba atentamente, aunque se distinguía, ¿una pequeña sonrisa?

Llegué al altar donde Fandral me dejó junto a Thor. Este me miró alegre y no pude evitar  sonreir también.

--Amigos míos. Es un honor para mi estar presente en este acto creado por el amor, donde mi hijo Thor, Rey de Asgard, encontrará el amor verdadero y a la vez, una gran oportunidad para su reino. --empezó a decir Odín, haciendo ver otra diferencia en las bodas asgardianas al no pronunciar el tan típico discurso que imaginaba que estaría en mi boda.--Seguro que será un gran rey, y Aria, una gran reina.--dijo mirándome.--Por ello, me encantaría seguir todas y cada una de nuestras ancestrales tradiciones. Así que Aria, me encantaría compartir el vino preparado por Thor.

Yo solo asentí y cogí una de las copas de vino que Thor traía en una ostentosa bandeja de plata. 

--¡Por Asgard!--gritó Odín.

Entonces brindé junto con Odín, bajo la atenta mirada de todos los presentes. Ambos bebimos un sorbo de aquel vino. Iba a dejar la copa en la bandeja cuando me empecé a marear. Lo único que recuerdo fue como se nubló mi vista y caí en los brazos de Thor, escuchando un ruido sordo provocado por el choque de la copa metálica en el suelo.