XVI

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"Pour mercy, mercy on me
I'll fall upon my knees
And they'll say: I told you so
Come on, when you know, you know."


Puede que no hayan sido las primeras palabras que hubo escuchado, pero sí las primeras en hacer que existir doliera, "—Tengan cuidado con ese niño, sus ojos son reflejo del fuego eterno del infierno." Decía el cura a quienes alguna vez llamó "padres".

No entendió mucho ese día, así que los adultos tomaron acción y comenzaron a siempre decirle como actuar, como hablar, como vestir ante las demás personas, puesto que siempre al ver al niño, los mismos gestos de asombro y terror se dejaban ver, entonces él era reprendido con una lluvia de golpes hasta sangrar para que "aprendiera a ser normal".

Él no era malo, era solo un niño confundido ante la ignorancia de los adultos.

Siguió al pie de la letra cada orden que se le dio, no hablaba si no tenía que hacerlo, no miraba directamente a las personas, puesto que los rumores decían que si lo hacías, verías tu propio infierno en ellos.

Las personas siempre le temen a lo desconocido, por eso siempre rechazan lo inusual y lo catalogan como "pecado", "inmoral", "antinatural" y simplemente "inaceptable".

El niño crece y comienza a llorar porqué por más que hiciera lo que tenía que hacer no era "normal", los niños le temían por lo que los adultos decían, así que no tuvo a nadie con quien jugar.

Pero estar solo también es bueno, porque así nadie puede ver lo vacío y roto que estás, ¿no es así?

Así que ese día de domingo en el patio de la iglesia, le fue imposible no encariñarse con quien se apiadó aunque sea un poco de él.

—¿Por qué lloras?

El rubio secó rápidamente sus lágrimas y succionó su nariz. —Por nada... no estoy llorando. —Se levantó con el ceño fruncido a quien sea que fuera ese niño.

—¿Estás bien? Mentir es malo, Dios podría castigarte, ¿sabías eso?

Katsuki dejó salir su frustración y enojo, empujando al niño y haciendo que cayera al suelo. —¡Deja de molestarme, vete!

Era la primera vez que hacía algo como mostrar cómo se siente, así que solo bastaron unos segundos para sentir culpa. —Yo... lo siento... ¡Déjame ayudar- su mano fue apartada de golpe por el chico en el suelo quien ahora lo veía con miedo.

Los pulmones de Katsuki se quedaron sin aire ante esto, su corazón latía a mil por hora y estaba seguro que rompería a llorar en cualquier momento. Mientras tanto, el niño desconocido notó la expresión en el rostro de Katsuki, así que se levantó y se sacudió el polvo. —No quería molestar, solo quería ayudarte porque estabas llorando.

Suspiró profundo y limpió rápidamente el par de lágrimas que se escaparon de sus ojos.

—¿Quieres venir a jugar conmigo? —la voz de aquel niño se escuchaba más amable que antes, y Katsuki se atrevió a voltearlo a ver detenidamente por primera vez. Quedó eclipsado al detallarlo y terminó perdiendose en sus ojos.

Podías ver el cielo que nunca conoció en su izquierda.

—Está bien... —Respondió Katsuki, el niño le sonrió tan sinceramente como nadie nunca le había sonreído antes y fue con él.

[•••]

—¡Te atrapé! —Katsuki le dio un susto a su amigo cuando lo encontró en su escondite.

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⏰ Última actualización: Sep 23 ⏰

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Luna Sangrienta |Bakudeku-Katsudeku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora