Letters All Days. [Nuzi]

10. "¡Amiga!"

Querida Uzi.

Sabes, espero con ansias poder verte todos los días.

Espero no me tomes cono un acosador, para nada haría algo que te haga sentir incomoda, pero el verte, basta para solucionar un día pesado, semanas largas o incluso meses difíciles para mi.

Se que tu eres como mi ¿angel?.
Algo así.

Pero sigo esperando una respuesta tuya, supongo que sabes la manera.

Atte: Anónimo.

— Creo que tiene razón Zi, ¡si se comunican con las cartas talvez lo conozcas más! — denuevo, su 'amigo' que en este punto la tenia loca, parecía más interesado que ella. — No soy buena con las cartas, tonto. — no tenía humor, para... nada.

Pero ¿se puede poner peor?

— ¡Uzi, quiero hablar contigo! — denuevo, su peor pesadilla... Fany. Mando a una de sus amigas a apartar a Thad, distraerlo de lo que pasará. Y allí se fue, su única salvación iba caminando lejos de ella, después se lo recordaría. — Es una orden, querida. — sabía lo que pasaría, deslizo la carta entre sus pertenencias guardadas, lejos de aquella, no quería saber que pasaría si se enteraba, y acepto su destino.

Forzadamente, llegaron a la parte trasera del edificio, un perfecto lugar para cometer crímenes, de todo tipo. — ¿Recuerdas nuestra charla del otro día? — ¿Cómo olvidarla?, los golpes siguen por todo su cuerpo. — Sí... creo. — miraba a los alrededores, una ruta o algo. Un escape. Cualquier distracción y huiría de ahí, sin dudarlo. — Bien, quiero que hables con N y averigües cosas de él. —

¿De él?

¿Su pareja?

— Pero no son... ¿no son pareja? — y no, los vio juntos unas veces, bastantes y en todas se les veía muy juntos, felices... no tanto. ¿Pero porqué pensó eso?, se sentía estúpida ahora. — Aún no, idiota. Pero espero que eso pase en el futuro. — seguía furiosa, estaba furiosa. Puso ambas manos en sus caderas, con seño fruncido esperaba una respuesta, ¿algo?. — Escucha, si te gusta o lo que sea deberías hablarle tu. Yo no soy la interesada así que no veo el porqué me pides a mi que hable con él... — se alejó, lento, pero efectivo. La rubia solo la miraba irse, denuevo, furiosa y con algunas ideas en mente. — Oh... esta bien. Supongo que quieres que les cuente a todos sobre tu... problema, aunque pensé que te habías cansando de recibir burlas... —

Lo olvido.

Olvido lo que le confesó hace un tiempo. Se detuvo en seco, sus ojos abiertos como platos, su corazón palpitando rápidamente, comenzaba a perder el aliento. — ¡Sólo digo! Ayúdame y no le diré a nadie sobre tus... cortes. — se desvanecía pero escucho el asco al decir lo último. Pensó, ¿era una buena oferta?, para nada, pero no tenía otra salida, creía que no. — Solo... te ayudaré una semana. Nada más. — No espero respuesta, necesitaba no verla, ignorar el hecho de que el problema es ella, que todo es su culpa, ahora. — ¡Bien, pero quiero resultados o sabes que pasará... adiós, amiga! — ambas se fueron por caminos distintos.

Una a la cafetería.

Y la otra... a el baño más cercano, vomitará, seguramente.

"Amiga"

Solo la hacía querer aventarse de un lugar alto.

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Me alegra llegar a lo malo de todo esto, me hace sentir bien.

Gracias por leer.

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533 palabras.