Coronel [¿könig?]

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Comentar es opcional, ¿Saben? 👎🏼
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Nota: este capitulo puede contener escenas +18, violencia, tortura, humillación, violencia de tipo sexual (no trato de romantizar este trato) si no te gusta este tipo de contenido te pido que te retires <3

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También quería explicar el significado de la tipografía ☝🏼🤓, por si todavía es difícil (me costaba hacer un fanfic con una TN que hablé)

Ejemplo-Dialogo
Ejemplo-Pensamiento
Ejemplo-Cuando la rayis escribe
Ejemplo-Cuando la rayis habla en señas
(Aunque igual lo específico siempre)

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Aclaraciónes:

Aquí Alejandro y Soap son Sargentos.

La personalidad de los personajes está basada en mi representación, obviamente canonicamente nos rajan la madre pero esto es un fanfic. Así que solo diré "son caricaturas mijo, no esté chingando" 🫶🏼

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Día 167:
Pov _____:

Eran alrededor de la medianoche, estaba tendida en la cama en la penumbra de mi habitación, pero mis ojos estaban abiertos, mirando hacia el techo de la habitación. No podía dormir, los pensamientos del coronel y de la situación que se había presentado continuaban dando vueltas en mi mente, como un disco rayado que se resistía a detenerse.

Los ronquidos suaves y regulares de Soap y Alejandro llenaban la habitación, creando un sonido monótono pero reconfortante. Mientras intentaba dormir, el ruido de su respiración pesada y rítmica parecía tener un efecto relajante sobre mí, aunque no completamente suficiente para aliviar el torbellino de pensamientos en mi mente.

Mi mente no dejaba de pensar en la situación. Aunque el coronel podría protegerme de Ghost, había una sensación extraña ante esta idea. Me acordé de los momentos con Ghost y de cómo había cambiado últimamente, actuando más amable y atento. Me sentí intrigada y desconcertada por este cambio en él, y esto solo añadía más incertidumbre a mis pensamientos.

Mientras pensaba en la idea de alejarme de Ghost, sentí un pequeño pinchazo de tristeza en el interior de mí. Me sorprendí ante esta sensación, no había esperado que la idea de alejarme de él me causara esta reacción. Me confundí aún más, sumergiéndome en un pequeño mar de dudas y preguntas sin respuesta.

Me hundí la cara en la almohada, sintiendo la suave tela contra mi piel. Un pensamiento se infiltró en mi mente nuevamente, y no pude evitar sentir una oleada de vergüenza. Recordé como había mencionado la palabra "cortejo" al coronel y me arrepentí de inmediato por ello. ¡Cómo le dije eso al coronel!, pensé, sintiendo el rubor en mi rostro y la necesidad de esconderme bajo la almohada.