Manobal, The Last Pack [Adaptación Jenlisa]

Capítulo diecisiete

Jennie quiere sentir miedo porque ha sido secuestrada por una loca que ni siquiera conoce, de verdad que quiere sentir miedo, pero vamos, ha visto muchas películas y series, y Mina ha elegido un almacén abandonado y seguramente está a punto de explicarle su perverso plan malvado. ¿Terminará con una risa malvada? Jennie apuesta a que sí.

— Tengo sed — Dice Jennie por cuarta vez, ya que nadie responde — Tengo sed. Tengo sed. Tengo sed. Tengo sed. ¡Tengo sed!

— Cállate — Grita uno de los hombres de Mina que la están vigilando, a punto de tirarse de los pelos porque Jennie no se ha callado desde que la han llevado al almacén — Cállate aunque sean unos segundos, te lo suplico.

Jennie enarca una ceja divertida y comienza a moverse en la silla para que haga ruidos molestos contra el suelo — He decidido que te voy a llamar Min. Tienes cara de Min.

El hombre apunta su pistola contra la cabeza de Jennie y la carga dispuesto a disparar a Jennie, una mano para al hombre y Jennie se queda quieta al ver a Mina sonriendo como una loca.

— Aún no, primero tiene que aparecer Lisa para verla morir en directo, luego podrás matar al Manobal que quieras — Dice Mina, y Jennie se queda quieta pensando en un plan para salir de ahí, porque pese a parecer confiada, está muerta de miedo.

Jennie confía en Lisa y en Ji-Cheol para que la salven, de verdad que sí, pero si no la hubieran dejado atada y desprotegida, ella podría haber obtenido una oportunidad que ahora no tiene.

— No vas a salirte con la tuya — Dice Jennie para ganar tiempo, rezando para que sus lobos, su manada, su familia, lleguen a tiempo para salvarla y acabar de una vez por todas con Myoui Mina.

Mina se ríe a carcajadas y se limpia una lágrima imaginaria antes de cargar su pistola con unas balas amarillas que Jennie no ha visto nunca, pero por lo que le contó Ji-Cheol, está segura que es un tipo de acónito, ya que es una de las pocas cosas que afectan y hacen daño a los licántropos.

Jennie abre la boca para responder algo ingenioso a la cazadora, pero un rugido ensordecedor resuena en el almacén abandonado y Jennie grita avisando a quien sea del peligro que corre, pero uno de los cazadores golpea su cabeza con la culata de una pistola, dejándola atontada y medio inconsciente, viendo como Lisa entra al espacio donde está siendo retenida y recibe un balazo en mitad del pecho.

— Lisa... — Murmura Jennie luchando por no cerrar los ojos, desesperada por Lisa.