Tras huir de su hogar por una amenaza humana y monstruosa junto con una piedra mágica, cuatro hermanos acaban en un lugar extraño, futurista y divertido, y se ven obligados a quedarse ahí a salvo. De mientras, tendrán que aprender a ser humanos y a...
Trístan se preocupó de las heridas que tenían, aunque fueran superficiales.
-¿Qué le dijiste a Jack?- preguntó Star a su hermano.
-Ah, pues... nada, sólo lo alejé y ya...
-Humm, ya...
-Por cierto, me llevé dos- dijo Trístan, señalando la mochila que cargaba.
-¡Excelente!- exclamó Nick, minutos más tarde-. Podremos finalmente construirlo.
-Humm... y tenemos otro problema- dijo Star, en su forma humana y viendo la pantalla de su celular.
-¿Qué?
Star comenzó a leer lo que decía su teléfono.
famoso actor de doblaje y empresario, David Mcnart regresará a su ciudad natal y renuncia a su trabajo de actor.
«Ya es tiempo de que pase tiempo con mi familia...» declaró el señor Mcnart. Sin embargo, ha notificado que seguirá trabajando como empresario.
-No le veo lo malo- comentó Círdan mientras él y Nick trabajaban en la fabricación de dicho artefacto.
-Es el padre de Kyle y Joel- palmó su mano en la frente-, si es así habrá más reuniones familiares, y nosotros estorbaremos, no podemos interponernos en su reunión familiar.
-Sí, ya entendimos, iremos por la gema-. Dijo Asher.
-Bueno- Star suspiró-, volveremos más al rato. Sólo espero que no lleguemos y encontremos una reunión familiar llamativa en TriBeCa, me sentiré extraña.
Círdan y Nick asintieron, concentrados. Trístan se quedó para mínimo pasar las cosas que necesitaban.
-Si es así nos iremos rápido- Silver se apresuró a añadir-, si es que podemos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Bueno, por esta parte, estoy aliviada y emocionada- dijo Star con una sonrisa en su rostro-. ¡Veremos a nuestros amigos de nuevo! Veré de nuevo a Jace, Oriel, Sybill...
Cuando abrieron la puerta, se encontraron con algo que mejor hubieran decidido no presenciar.
-Humm...
-¡Hola chicos, pasen!- saludó Kyle.
El señor Mcnart, un hombre alto, de cabello negro azabache y ojos avellana, de rostro joven. Estaba junto a la señora Mcnart.
