Capítulo 5: Choques y Conexiones

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Spencer Reid

Han pasado casi siete días desde que Ethan Montgomery se unió al equipo del BAU. A primera vista, su presencia era tan inesperada como impactante. Ahora, una semana después, me encuentro reflexionando sobre cómo ha cambiado la dinámica del equipo y, más importante aún, cómo ha afectado mi propio estado mental.

Ethan. Hasta su nombre tiene una cadencia que suena atractiva, como si estuviera destinado a ser recordado. Desde que llegó, lo ha dejado claro: él es el tipo de persona que no pasa desapercibida. Su confianza es casi palpable, una especie de energía que se siente en el aire cuando entra en una habitación. A veces parece como si el resto de nosotros solo estuviéramos jugando papeles secundarios en la película de su vida.

No puedo negar que tiene talento; eso es obvio. Ethan se mueve con una facilidad que raya en lo despreocupado, como si todo esto, la complejidad del trabajo, las tensiones, las expectativas, no fueran más que desafíos triviales para él. A veces siento que no le toma suficiente tiempo pensar las cosas, como si prefiriera lanzarse al vacío sin tener un plan sólido. Y tal vez eso es lo que más me molesta: esa aparente falta de estructura, de método.

Él es todo lo que yo no soy. Se siente cómodo en la incertidumbre, se mueve como pez en el agua en los terrenos resbaladizos de la intuición. Mientras que yo, bueno, yo prefiero la lógica, la certeza que ofrecen los datos concretos. La forma en que se enfrenta a los problemas me desconcierta. Puede mirar un conjunto de hechos, conectar unos puntos que para mí no tienen sentido, y llegar a una conclusión que, aunque acertada, parece sacada de la nada.

Hay una arrogancia en su actitud que encuentro perturbadora, como si estuviera constantemente seguro de que va a tener razón. Y el problema es que muchas veces la tiene. Pero hay algo en su enfoque, en su actitud casi desdeñosa hacia la lógica y el análisis, que hace que quiera demostrarle lo contrario. ¿Es eso lo que realmente me irrita de él? ¿Su capacidad para obtener resultados de una forma que yo nunca habría considerado?

Cada vez que habla, lo hace con una mezcla de seguridad y carisma que hace que todos quieran escuchar lo que tiene que decir. Pero debajo de esa fachada de confianza, hay algo más. He visto la forma en que sus ojos se oscurecen cuando habla de su pasado, de los temas que parecen tocar una fibra más sensible de lo que deja ver. Es casi como si se protegiera detrás de esa actitud despreocupada y de ese ingenio mordaz. Y eso me intriga.

En esos raros momentos en los que lo atrapo solo, sin esa capa de carisma que usa como armadura, me encuentro preguntándome quién es realmente. Me he dado cuenta de que, en cierto modo, mi molestia hacia él va más allá de sus métodos; es un reflejo de mis propias dudas. Me obliga a cuestionarme si mi manera de abordar el mundo es la única manera. Me hace sentir... incómodo.

Ethan me recuerda a alguien que una vez conocí, alguien que también parecía estar impulsado por algo más grande que él mismo. Esa familiaridad me incomoda, porque me hace preguntarme si estoy siendo justo con él o si simplemente estoy proyectando mis propias inseguridades.

Tal vez parte de mi irritación hacia Ethan viene de un lugar de celos. No porque yo quiera ser como él, sino porque desearía tener esa facilidad para conectar con otros, para simplemente... saber qué decir. Yo suelo tropezar con las palabras, decir cosas que no encajan o que son demasiado analíticas para el contexto. Ethan, por el contrario, parece tener una habilidad innata para sintonizarse con los sentimientos de los demás. Algo que me resulta tan esquivo como desconcertante.

Pero más allá de eso, lo que realmente me molesta es cómo me hace sentir. Me hace dudar. Me hace cuestionarme si mi enfoque -la lógica, el análisis meticuloso, la dependencia en datos duros- es suficiente. Me obliga a enfrentar la posibilidad de que hay más de una forma de abordar las cosas, de que tal vez no siempre tengo que tener la respuesta correcta antes de hacer algo. Y eso... eso me asusta.

𝑪𝒐́𝒅𝒊𝒈𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒂𝒕𝒓𝒂𝒄𝒄𝒊𝒐́𝒏 || 𝑴.𝑪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora