La reunión con el consejo estudiantil de Trinity terminó. Hubo un cambio interesante de información, pero seguían sin conseguir una pista para encontrar a las presidentas. Pensando que es lo siguiente que deberían hacer, Hifumi dijo a Nodoka que la llevaría a ver a Azusa. Shigure fue invitada, pero ella tenía otros planes. Ya le hacía falta recargar su suministro de bebidas fermentadas. Las chicas tomaron diferentes caminos. Las horas pasaron y la noche no tardó en llegar.

El cielo nocturno de Kivotos era adornado con cientos de estrellas. La noche era joven y el viento gélido. Hifumi cruzó sus brazos para calentarse. Se disculpó con Nodoka por hacerla esperar. La chica del helado norte de Kivotos miraba el cielo. La fan de Peroro ignorando lo que Nodoka pudiera estar pensando le preguntó que si estaba molesta. Volviendo en sí con un estornudo, Nodoka notó la presencia de Hifumi. Le dio una sonrisa nerviosa y preguntó que si había dicho algo. Hifumi sacó un pañuelo y le limpió la nariz.

—Lamento que no tengamos más información para ayudarte con tu investigación...

—Oh, ño ye llreocubes... Gracias... Ya... Ya nos las arreglaremos para encontrarlas...

—¿Estas bien? Te veo algo... No sé... Distraída, ¿Tal vez?...

Nodoka, pensaba en lo que había visto un momento atrás en las instalaciones médicas de las Remedial Knights. La chica del norte de Kivotos le preguntó que como era capaz de mantener el buen ánimo después de lo que había visto. Hifumi quedó congelada por la pregunta. Antes de que pudiera responder, el sonido de disparos y una explosión a lo lejos llamó la atención de ambas chicas.

En la zona comercial de Trinity, las chicas se hacían a un lado dando paso a las miembros del Justice Task Force. La líder del escuadrón preguntó a la franco tiradora si tenía a los sospechosos a la vista. La respuesta fue negativa. El sospechoso era veloz. La comandante mandó a bloquear las calles 3 y 5 de la zona. Un grupo de cadetes del Justice Task Force recibieron a los sospechosos con una lluvia de balas. Sin otra opción, regresaron por donde vinieron y tomaron un nuevo camino. La francotiradora, que se movía tan rápido como podía por las terrazas y azoteas de los edificios, informó a la comandante. Los perseguidos pasaron de lejos la calle dirigiéndose al norte.

—La presidenta se dirige a intercéptalas, pero necesito que ganen algo de tiempo para ella.

—Yo me encargo.

La francotiradora extendió sus alas y saltó al vació. Apuntó su Manifestation of Justice y jaló el gatillo. Con un estruendo, la bala atravesó la distancia que separaba a la francotiradora de los sospechosos, rosó la piel de uno de ellos, e impactó en un poste de alumbrado público. El poste amenazaba con caer sobre los dos. Ágilmente, el presunto criminal se deslizó sobre su panza y la chica que lo acompañaba se inclinó hacia atrás para evitar golpearse la cabeza. Evitaron el obstáculo sin problemas, aunque una vez más estaban en la mira de la francotiradora. El gatillo fue jalado de nuevo. La fortuna sonrió a los sospechosos. Tras doblar en una esquina, evitaron que la bala hiriera el trasero del corredor. La francotiradora informó a la líder de escuadrón que se dirigían hacia ella. La comandante al escuchar esto mandó a la chica de ojos rasgados a bloquearles el camino para dirigirlos hacia la presidenta. La chica de segundo año recibió a los presuntos criminales con sus kouhais. Ninguna de las tres dudó en descargar los cartuchos de sus armas sobre los sospechosos. En respuesta al ataque, una granada fue disparada. La explosión dejó una cortina de humo negro e hizo volar a las cadetes del Justice Task Force. La chica y su compañero no tenían en mente cambiar la ruta. De entre el humo, la líder del escuadrón salió de un saltó con sus alas extendidas. Una bala y un rodillazo fueron evitados por parte de la sospechosa al agacharse. La chica de ojos rasgados trató de ir tras ellos. La comandante informó a la presidenta acerca del cambio de ruta de los sospechosos. Dándolo todo, la terrorífica presidenta se dirigió a interceptar al enemigo. La chica y su compañero estaban a punto de dejar la zona comercial del distrito. La pared de un edificio voló en pedazos, con ello, la chica y su compañero. Rodaron unos metros. Con la cabeza dándoles vuelta, trataron de ponerse en pie y seguir huyendo. Estaban desorientados. Sujetándose la cabeza para librarse del mareo, la chica notó que la temible estudiante de ojos rasgados del Justice Task Force estaba cerca. Esa se volvería la menor de sus preocupaciones al notar que de entre el polvo en el boquete de la pared, unos ojos rojos la veían. La chica se sintió aterrada al igual que su compañero que de inmediato la abrazo. Con una terrorífica sonrisa, la presidenta les apuntaba con su legendaria Blood y Gunpowder. Eso hubiese sido lo último que hubiesen visto ese mes de no haber sido por los gritos de Hifumi y Nodoka. La estudiante de red Winter se lanzó sobre los sospechosos para protegerlos.

—¡Perdónelos, perdónelos, perdónelos! No sé qué hicieron, pero por favor perdónelos. —decía Hifumi mientras se inclinaba repetidamente.

—No dejaré que hagan tapete a Medved-kun. —Decía Nodoka a la vez que pataleaba,

—Hasumi... Los atrapamos...—Informó Ichika.

Blue Archive - Stories (Versión en español) (Volume 3)Where stories live. Discover now